¿Te gustan las nueces? La ciencia ha encontrado nuevos beneficios para la salud
Cómo vivir más tiempo. Este simple añadido a la dieta regular podría ser un 'puente' a una mejor vejez, una buena salud conforme cumplimos años, según un reciente estudio
No es ningún secreto que la dieta tiene poder sobre la longevidad, pero no a todos los alimentos les va igual. Un equipo de investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota (SPH, por sus siglas en inglés) revisaron 20 años de historial dietético y 30 años de mediciones físicas y clínicas (del estudio CARDIA) de 3.023 participantes (hombres y mujeres blancos y negros sanos, de entre 18 y 30 años) para valorar cómo llegar a mejor salud mientras envejecemos. Todos los participantes proporcionaron un historial dietético autoinformado al menos tres veces durante el estudio; al inicio, después de siete años y después de 20 años.
El historial dietético se clasificó en "consumidores de nueces", "consumidores de otros frutos secos" o "no consumen frutos secos", y se evaluó la relación entre los factores de riesgo de enfermedad cardiaca, incluida la ingesta dietética, el tabaquismo, la composición corporal, la presión arterial, los lípidos plasmáticos (p. triglicéridos), glucosa en sangre en ayunas y concentraciones de insulina en todos los voluntarios.
"Las personas que comen nueces parecen tener un fenotipo corporal único que conlleva otros impactos positivos en la salud"
Resultados del estudio observacional
La conclusión fue clara: los participantes del estudio CARDIA que comieron nueces a temprana edad mostraron una mayor probabilidad de ser más activos físicamente, tener una dieta de mayor calidad y experimentar un mejor perfil de riesgo de enfermedad cardiaca a medida que envejecían hasta la edad adulta media.
Concretamente, tras el examen de las mediciones físicas y clínicas después de 30 años, los investigadores encontraron que los comedores de nueces mostraban un mejor perfil de riesgo de enfermedad cardiaca, que incluye: índice de masa corporal inferior (IMC), menor circunferencia de la cintura, presión arterial más controlada y unos mejores niveles de triglicéridos en sangre. Comer nueces se asoció con un menor aumento de peso durante el periodo de estudio, y menos participantes que comieron nueces fueron clasificados como personas con obesidad en comparación con otros consumidores de nueces y sin nueces.
Así las cosas, comer nueces puede reforzar los efectos favorables para la salud a medida que envejecemos, hasta la edad adulta media. Este estudio es uno de los más largos en demostrar que incluir algunas nueces saludables para el corazón en la dieta de manera regular puede servir como trampolín para la eventual adopción de otras prácticas de estilo de vida saludable. Sus hallazgos, publicados en la revista Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases, señalan que una posible explicación de los resultados podría deberse a la combinación única de nutrientes que se encuentran en las nueces y su efecto en los resultados de salud.
El poder de las nueces
Las nueces son la única nuez de árbol que representan una excelente fuente de ácido alfa-linolénico omega-3 de origen vegetal (2.5 gramos por porción), que según las investigaciones puede desempeñar un papel clave en la salud del corazón, la salud del cerebro y el envejecimiento saludable. Además, una única porción de nueces, aproximadamente un puñado, contiene una variedad interesante de otros nutrientes importantes para apoyar la salud en general, incluidos 4 gramos de proteína, 2 gramos de fibra y una buena fuente de magnesio (45 miligramos). También poseen antioxidantes, incluidos los polifenoles (presentes en otros alimentos como las uvas, las berenjenas, las lentejas o los guisantes).
Lyn M Steffen, profesora de epidemiología y salud comunitaria en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Minnesota e investigadora principal de CARDIA, observó diferencias clave en los cuerpos de los comedores regulares de nueces. "Las personas que comen nueces parecen tener un fenotipo corporal único que conlleva otros impactos positivos en la salud, como una mejor calidad de la dieta, especialmente cuando comienzan a comer nueces desde la juventud hasta la edad adulta media", señaló la experta.
Esto es importante ya que el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardiacas, obesidad y diabetes tiende a aumentar alrededor de la mediana edad.
“Los consumidores de frutos secos mostraron una ventaja en relación con la calidad de la dieta, pero los consumidores de nueces parecen tener un mejor perfil de factores de riesgo de enfermedad cardiaca que los otros grupos, incluso después de tener en cuenta la calidad general de la dieta”, dijo Steffen. "Los cambios sorprendentes y saludables en el patrón dietético general de los consumidores de nueces sugieren que las nueces pueden actuar como un puente o alimento portador para ayudar a las personas a formar una nutrición saludable y hábitos de vida a lo largo de la vida".
¿Cuántas nueces debería comer al día?
No existe una respuesta exacta para determinar cuántas nueces debe comer una persona al día para disfrutar de los beneficios para la salud señalados en este estudio pero un puñado, que son unas siete nueces o 14 mitades de nueces, podría ser el número estrella para aportar estos beneficios positivos.
Sea como fuere, existe una limitación en este trabajo, ya que se trata de un estudio observacional, y las investigaciones de este tipo no pueden respaldar conclusiones de causa y efecto. Será necesaria la realización de ensayos clínicos controlados aleatorios en otras poblaciones y entornos para confirmar las observaciones del estudio actual.
No es ningún secreto que la dieta tiene poder sobre la longevidad, pero no a todos los alimentos les va igual. Un equipo de investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota (SPH, por sus siglas en inglés) revisaron 20 años de historial dietético y 30 años de mediciones físicas y clínicas (del estudio CARDIA) de 3.023 participantes (hombres y mujeres blancos y negros sanos, de entre 18 y 30 años) para valorar cómo llegar a mejor salud mientras envejecemos. Todos los participantes proporcionaron un historial dietético autoinformado al menos tres veces durante el estudio; al inicio, después de siete años y después de 20 años.