Menú
"China tiene que cambiar su sistema de producir y comercializar alimentos"
  1. Bienestar
Juan José Badiola, catedrático de veterinaria

"China tiene que cambiar su sistema de producir y comercializar alimentos"

El director del Centro de Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza analiza la cadena de factores que han desembocado en la pandemia por Covid-19 y vaticina otras en el futuro. Un error: separar la salud humana de la animal

Foto: Juan José Badiola.
Juan José Badiola.

Juan José Badiola conoce bien las zoonosis (enfermedades animales que se transmiten a los humanos). Hace casi 20 años, fue el científico de referencia durante la crisis de las ‘vacas locas’ (encefalopatía espongiforme bovina), cuya variante en humanos era la enfermedad (mortal) de Creutzfeldt-Jakob, que se contraía por el consumo de carne contaminada por priones (unas proteínas infecciosas). La alarma entre la población fue enorme y se sacrificaron millones de reses en todo el mundo, aunque el número de personas diagnosticadas fue de 228 (5 en España).

El veterinario, director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza (de nivel 3 de seguridad biológica), asegura que la irrupción del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 no ha sido una sorpresa, pero sí su capacidad para expandirse y contagiar a tantas personas tan rápidamente. Y advierte: “Vendrán otras epidemias porque en el mundo hay cerca de 300 enfermedades zoonóticas”.

placeholder Unsplash/@bill_oxford
Unsplash/@bill_oxford

PREGUNTA: La pandemia del Covid-19 parece que se ha originado por comer animales silvestres. ¿Es un hecho infrecuente?

RESPUESTA: Es una costumbre que se ha ido manteniendo a lo largo de los siglos. Nosotros (en Europa) vemos normal comer animales que se cobran los cazadores, como ciervos, jabalíes, perdices o codornices, y hay muchas personas a las que les gusta el sabor de la carne de caza.

Otras zonas, como Asia, América Latina o África, han consumido especies autóctonas a lo largo de su historia. Nos parece exótico que en China se consuman determinados animales silvestres o domésticos (como perros) y es difícil de entender, pero cada país tiene sus gustos y tradiciones.

P. ¿Esta costumbre no afecta a la seguridad alimentaria?

R. Lo cierto es que hasta hace poco tiempo, en Europa en general y en España en particular, no le hemos prestado demasiada atención al tema de la seguridad alimentaria porque no son alimentos consumidos por grandes grupos de población ni tampoco le hemos concedido demasiada importancia desde el punto de vista de su capacidad para transmitir enfermedades. Pero nos hemos dado cuenta de que tenemos un grave problema porque los animales silvestres se han convertido en reservorios de patógenos que luego provocan enfermedades a los animales domésticos. Por ejemplo, los casos de triquinosis humana que se han detectado se deben el consumo de carne de jabalí (ya no del cerdo); la tuberculosis de las vacas y las cabras (que en España nos ha costado muchos años de esfuerzo controlarla) está rebrotando debido al contagio por animales silvestres (jabalíes, corzos y ciervos). El número de jabalíes está alcanzando cifras preocupantes e infectan a animales domésticos.

"Cuando se ven las imágenes del famoso mercado de Wuhan, lo inmediato es pensar que de ahí puede surgir cualquier cosa"

De lo que no tenemos duda es que la interfaz entre animales silvestres y animales domésticos es un punto de transmisión de enfermedades de unos a otros, y en ocasiones son capaces de pasar a los humanos, como la triquinosis y la tuberculosis, entre otros muchos más ejemplos.

P. ¿La seguridad alimentaria está garantizada en todos los países desarrollados?

R. En Europa tenemos una seguridad alimentaria muy fuerte. Sobre este punto, podemos volver a China, que tienen que modificar por completo su sistema de comercialización y distribución de alimentos. Cuando se ven las imágenes del famoso mercado de Wuhan, supuesto origen de la pandemia, lo inmediato es pensar que puede surgir cualquier cosa de ahí. Se llaman mercados húmedos, pero yo diría mercados antihigiénicos, donde se mezclan especies domésticas y silvestres, vivas y muertas. Un país como China no puede mantener eso. Si esa ha sido finalmente la causa del problema, tienen que hacer una profundísima reflexión.

Protagonismo de los murciélagos

P. ¿Cómo ha llegado el SARS-CoV-2 a las personas?

R. Los chinos están convencidos de que el coronavirus viene de los murciélagos, pero lo que falta es identificar la especie intermedia. En otras crisis anteriores sí se encontró al intermediario de la transmisión: en el SARS (2002) se demostró que la civeta sirvió de puente entre un virus de murciélago y las personas; en el MERS (2011), los transmisores fueron los dromedarios; los virus hendra pasan del murciélago al caballo y de aquí a los humanos, y los virus nipha de los murciélagos pasan al cerdo causándoles encefalitis y de estos a las personas. Es decir, ejemplos hay muchos y no hay nada nuevo. Este es el mecanismo de transmisión cruzada de especies, o más coloquialmente, el salto de la barrera de especies.

placeholder Foto: Unsplash/@toddcravens.
Foto: Unsplash/@toddcravens.

P. Muchos virus salen de los murciélagos…

R. También han intervenido en el ébola. No hay que olvidar que es un mamífero. Los murciélagos tienen un potencial especial para el salto de barrera de especies, un hecho que se está estudiando y sobre el que aún no hay datos definitivos. En China hablan de que hay varias especies de coronavirus que afectan a los murciélagos y de que algunos de ellos no producen patología en estos, por lo que habría habido una adaptación histórica en los murciélagos.

A pesar de esto, el paso directo del murciélago al humano no es lo habitual, por lo que es necesaria la intervención de un animal intermedio (que en el caso del causante del Covid-19 no está aún identificado, unos dicen que el pangolín, otros hablan de serpientes o de perros silvestres). No es normal la transmisión directa, salvo casos excepcionales, como la rabia de murciélagos que viven en cuevas a los espeleólogos.

"Ha dinamitado sistemas sanitarios avanzados porque están especializados en problemas individuales, pero no en patologías infecciosas"

P. Sin embargo, en este caso, el comportamiento del virus ha sido exagerado...

R. Esta epidemia me ha sorprendido por la rapidez de propagación y ha supuesto un impacto desconocido para todos. Creo que el grado de avance social, tecnológico, médico, etc., de los países desarrollados nos lleva a olvidarnos de lo que pasa en otras partes del mundo, como África o buena parte de Asia. No acabamos de aprender la lección. Esto nos ha pasado en países con sistemas sanitarios tan avanzados, como el de España, porque se han especializado en el tratamiento y prevención de enfermedades individuales, pero no de epidemias ni de enfermedades infecciosas (los veterinarios las conocemos bien y nos movemos bien ellas porque tenemos experiencia).

El mundo del ser humano y el veterinario han estado alejados, pero hay un concepto que se llama ‘un mundo, una salud’ ('one world, one health'), que defiende que no podemos hablar de salud humana por un lado y de salud animal por otro, ese concepto se ha roto. Este nuevo coranavirus ha puesto contra las cuerdas los potentes sistemas de salud de Europa y los ha dinamitado.

Zona cero de la pandemia

P. ¿Cómo ha influido en la pandemia el lugar de origen del virus?

R. Wuhan está en el centro de China y, además, es un epicentro de transportes. ¿Cuántos aviones salen diariamente de allí hacia diferentes partes del mundo? Cientos. ¿Si hubiera surgido esta enfermedad en el centro de África, habría provocado la misma pandemia? Seguramente, no. Porque los vuelos que hay entre África y Europa no tienen nada que ver. La movilidad es el problema, movilidad de personas, animales y mercancías que también pueden transportar patógenos.

P. ¿Concede credibilidad a las voces que dicen que este coronavirus se ha escapado de un laboratorio?

R. Es una cuestión que está ahí. Se ha pedido información a China. En Wuhan hay un laboratorio de seguridad biológica que está a pocos metros del mercado donde se originó la pandemia. Un consultor manifestó sus sospechas sobre la seguridad de algunos de estos laboratorios que hay en China. Sin embargo, los datos publicados en revistas científicas de primer nivel descartan esa posibilidad a través de un seguimiento bioquímico del virus, y dicen que tiene más el aspecto de un virus creado por adaptaciones sucesivas.

P. ¿Qué futuro le ve al SARS-CoV-2?

R. El éxito que ha tenido en la capacidad de propagación es indiscutible, y no será fácil hacerlo desaparecer. Por el momento, lo único que le ha vencido ha sido la inmunidad individual de cada enfermo que lo ha superado, pero a nivel colectivo no hay nada.

En verano habrá un declive, porque a los virus no les gusta el calor y también por las medidas que se han tomado (el aislamiento ha dificultado la transmisión). La tendencia será a la baja y la epidemia se habrá suavizado considerablemente, pero no veo que seamos capaces de erradicarla por completo.

Es posible que el virus haga otra intentona en otoño, aunque puede que lo tenga más complicado en esa época, porque si no muta, y aquí está la clave, habrá millones de personas que estarán inmunizadas y no va a tener tanto éxito. Yo estoy convencido de que habrá vacunas y medicamentos autorizados para entonces. Además, conoceremos mejor sus fortalezas y debilidades. Por tanto, nos cogerá preparados y en el caso de que ocurra una nueva epidemia, no será como la actual.

Todo esto, insisto, si el virus no muta. Los coronavirus son mucho menos mutantes que los virus de la gripe.

P. Entonces, si finalmente se consigue doblegar al Covid-19, ¿podremos estar tranquilos?

R. Tenemos que tener presente que esto seguirá ocurriendo en el futuro y cada vez detectamos más ejemplos de este tipo. Hay cerca de unas 300 enfermedades zoonóticas (la comida es un vector de transmisión importante). Creo que vivimos en un periodo de la humanidad en el que a pesar de haber hecho un gran esfuerzo de control de los animales, resulta que todavía tenemos un nicho muy importante de enfermedades que surgen a consecuencia del salto de la barrera de especies con graves consecuencias, y ningún ejemplo mejor que la situación actual.

Juan José Badiola conoce bien las zoonosis (enfermedades animales que se transmiten a los humanos). Hace casi 20 años, fue el científico de referencia durante la crisis de las ‘vacas locas’ (encefalopatía espongiforme bovina), cuya variante en humanos era la enfermedad (mortal) de Creutzfeldt-Jakob, que se contraía por el consumo de carne contaminada por priones (unas proteínas infecciosas). La alarma entre la población fue enorme y se sacrificaron millones de reses en todo el mundo, aunque el número de personas diagnosticadas fue de 228 (5 en España).

Alimentos
El redactor recomienda