Ahora parece que sí: suplementos de omega 3 para prevenir infartos
Pese al debate a favor y en contra que perdura desde hace una década, llega un nuevo metaanálisis con la evidencia más actualizada: su ingesta reduce el riego de ataque cardiaco o de muerte por enfermedad cardiovascular
Si en la última década existe un debate que ha permanecido candente, con opiniones para todos los gustos, ese es el de los suplementos de aceite de pescado omega 3 y su papel en las enfermedades cardiovasculares. Ahora, un nuevo metaanálisis lo vuelve a poner en la palestra y determina que sí son eficaces.
Precisamente, el doctor José Luis Zamorano, vicepresidente de la Sociedad Europea de Cardiología, adelantaba a Alimente a finales de agosto las nuevas guías europeas de colesterol, diabetes y corazón. Y recuerda: “Ya lo apuntamos entonces. La guía recomienda particularmente icosapent etil (ácido graso omega 3), en combinación con una estatina para pacientes con hipertrigliceridemia (exceso de triglicéridos) a pesar del tratamiento con estatinas. En ellos, los suplementos reducen el riesgo de eventos ateroscleróticos, incluyendo ataque cardiaco en aproximadamente una cuarta parte”.
"Las nuevas guías europeas del corazón los recomiendan para pacientes con hipertrigliceridemia"
Según la Fundación Española de Nutrición, "entre los ácidos grasos estudiados, por su posible acción positiva sobre el organismo, encontramos la familia de los omega 3 (como el ácido docosahexaenoico (DHA), eicosapentaenoico (EPA) o el alfalinolénico (ALA), que son ácidos grasos poliinsaturados esenciales. Es decir, nuestro cuerpo no puede producirlos, por lo que deben ser ingeridos en la dieta. Estos ácidos grasos omega 3 van a estar ausentes en la mayor parte de los aceites y grasas consumidos habitualmente, la principal fuente dietética es el grupo de los pescados”.
El contenido de ácidos grasos omega 3 va a variar de unos pescados a otros. "Los azules contienen más grasa que los blancos, por ello aportan mayor cantidad de omega 3. El estudio de estos ácidos se debe a sus efectos beneficiosos en la prevención de enfermedades cardiovasculares (ECV, de sus siglas en inglés) o del sistema inmune y en su importancia para el desarrollo del sistema nervioso y del crecimiento en general", insiste la institución.
Estos ácidos grasos pueden ayudar a reducir el riesgo “de la enfermedad cardiovascular puesto que ayudan a disminuir los triglicéridos plasmáticos, son antitrombóticos, evitan la formación de coágulos, son antiinflamatorios, tienden a aumentar el colesterol comúnmente denominado 'bueno' (HDL) y son vasodilatadores. Además, mejoran el perfil lipídico y reducen la tensión arterial. Los ácidos grasos omega 3 también se relacionan con la prevención del cáncer y otras enfermedades inflamatorias y de la piel”, agrega.
Los antecedentes
El año pasado, la librería Cochrane llevaba a cabo un gran análisis de revisión en el que seleccionó aquellos trabajos aleatorios, doble ciego y controlados de al menos un año de duración, que comparaban los resultados entre las personas que habían recibido el consejo de tomar más alimentos con omega 3 o suplementarse de los mismos y las personas que no los ingerían. Tras seleccionar 79 ensayos, de los que se descartaron 25, la revisión determinó que el aumento del consumo de EPA y DHA tiene poco o ningún efecto sobre la mortalidad o la salud cardiovascular.
Poco tiempo después, el 'Journal of Internal Medicine' publicaba un trabajo, tal y como recogía el doctor Ángel Durántez en su blog de Alimente, con 421.000 participantes que fueron estudiados durante 16 años. A diferencia del la investigación de la Cochrane, se alcanzó una conclusión totalmente distinta: la ingesta de omega 3 se relacionó con una importante reducción de la mortalidad por cualquier causa: cardiovascular, cáncer, patología respiratoria y hepática. Se entiende entonces que desde el principio de este artículo habláramos de polémica.
Y ahora qué
Una vez llegado a este punto nos encontramos con el nuevo estudio, publicado en el 'Journal of the American Heart Association' y llevado a cabo por científicos de la Universidad TH Chan de Harvard y del Brigham and Women's Hospital. Se trata de un metaanálisis de 3 en ensayos clínicos aleatorizados que constata que los participantes que ingirieron suplementos de ácidos grasos omega 3 tuvieron menores riesgo de ataque cardiaco y otras ECV, en comparación con los que recibieron placebo.
Los investigadores encontraron una asociación entre la administración diaria de suplementos de omega 3 y la reducción del riesgo de ECV, incluido el ataque cardiaco o la muerte por enfermedad coronaria y otras patologías, pero no vieron beneficios para el accidente cerebrovascular. Además, dosis más altas de estos suplementos parecían proporcionar una reducción de riesgo aún mayor.
"Este metaanálisis proporciona la evidencia más actualizada sobre los efectos de la suplementación con omega 3 sobre el riesgo de múltiples ECV. Encontramos efectos protectores significativos de la suplementación diaria contra la mayoría de las patologías y las asociaciones parecían estar en una forma de respuesta a la dosis", dijo el primer autor Yang Hu.
Si bien los estudios observacionales han demostrado una relación entre el consumo de pescado y el menor riesgo de enfermedad cardiaca, los resultados de los ensayos controlados aleatorios han sido inconsistentes en los últimos años.
En este nuevo análisis, los investigadores realizaron un metaanálisis actualizado que incluyó tres ensayos a gran escala recientemente completados, que aumentaron el tamaño de la muestra en un 64%. La población total analizada por el investigador Hu y su equipo incluyó a más de 120.000 adultos en 13 ensayos aleatorizados en todo el mundo. El análisis además contó con la investigación VITAL, el estudio aleatorio más grande de omega 3 hasta la fecha.
Los hallazgos mostraron que las personas que tomaron suplementos diarios de aceite de pescado omega 3, en comparación con aquellos que ingirieron un placebo, redujeron el riesgo de la mayoría de enfermedades cardiovasculares, excepto el accidente cerebrovascular, incluido un 8% menos de riesgo de infarto y muerte por enfermedad coronaria (CHD).
A dosis más altas
La asociación fue particularmente evidente a dosis más altas. "Este hallazgo puede sugerir que cantidades por encima de los 840 mg/día utilizados en la mayoría de los ensayos clínicos aleatorios pueden proporcionar mayores reducciones en el riesgo de ECV. Dado que varios millones de personas experimentan eventos de enfermedades cardiovasculares en todo el mundo cada año, incluso pequeñas reducciones en el riesgo pueden traducirse en cientos de miles de ataques cardiacos y evitar muertes por estas patologías", según los investigadores.
"Aunque las recomendaciones de salud pública deberían centrarse en aumentar el consumo de pescado, tener una dieta saludable para el corazón en general, estar físicamente activo y tener otras prácticas de estilo de vida saludables, este estudio sugiere que la suplementación con omega 3 puede tener un papel en los pacientes apropiados", ha argumentado JoAnn Manson, jefe de la División de Medicina Preventiva del Hospital Brigham and Women's y profesora del Departamento de Epidemiología de la Universidad TH Chan de Harvard, además de directora del ensayo VITAL a gran escala de omega 3.
Si en la última década existe un debate que ha permanecido candente, con opiniones para todos los gustos, ese es el de los suplementos de aceite de pescado omega 3 y su papel en las enfermedades cardiovasculares. Ahora, un nuevo metaanálisis lo vuelve a poner en la palestra y determina que sí son eficaces.
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