El síntoma común que padecen las personas que van a sufrir un ictus, según una neuróloga
Un ictus es una interrupción repentina del flujo sanguíneo al cerebro que puede causar daño neuronal y secuelas graves
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El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular o infarto cerebral, es una alteración repentina del flujo sanguíneo en el cerebro que puede provocar secuelas graves o incluso la muerte. Existen dos tipos principales: el ictus isquémico, causado por la obstrucción de una arteria, y el ictus hemorrágico, originado por la rotura de un vaso sanguíneo, recogen en la Clínica Mayo.
Entre los principales factores de riesgo se encuentran la hipertensión arterial, la fibrilación auricular, el tabaquismo, la diabetes, el colesterol elevado, la obesidad y el sedentarismo. Identificar los síntomas a tiempo es clave para prevenir complicaciones y mejorar el pronóstico.
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Un síntoma común en personas que tendrán un ictus
Un síntoma específico podría anticipar la aparición de un ictus, según un estudio reciente liderado por la neuróloga Catriona Reddin. La investigación, publicada en la revista de la Academia Americana de Neurología, ha analizado a más de 26.000 personas en 32 países y ha identificado un factor común en quienes han sufrido un ictus grave. Estos hallazgos refuerzan la importancia de la detección temprana y el control de los factores de riesgo.
Atención a este síntoma
El estudio revela que la hipertensión arterial es el síntoma más frecuente entre quienes sufren un ictus. Los datos muestran que los pacientes que sufren hipertensión tienen 221% más de riesgo de sufrir un ictus grave y un 187% más de riesgo de sufrir un ictus no grave, en comparación con quienes no tienen esta condición. Según los expertos, una tensión arterial superior a 140/90 mmHg aumenta significativamente el riesgo de padecer un ictus más severo y con mayores secuelas.
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Otros factores de riesgo
Además de la hipertensión, la investigación destaca la relación entre fibrilación auricular y tabaquismo con el riesgo de ictus. Las personas con fibrilación auricular tienen hasta 4,7 veces más probabilidades de sufrir un ictus grave, mientras que los fumadores presentan 1,87 veces mayor riesgo. Estos datos subrayan la necesidad de adoptar hábitos de vida saludables y recibir un seguimiento médico regular.
Los especialistas advierten que la hipertensión suele ser asintomática en sus primeras etapas, lo que dificulta su detección sin controles médicos periódicos. Sin embargo, cuando los niveles de presión arterial son elevados, pueden aparecer dificultades para respirar, mareos, visión borrosa o dolor de cabeza intenso, síntomas que requieren atención inmediata para prevenir un ictus.
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Ante estos síntomas, acudir al médico
Ante estos hallazgos, los neurólogos insisten en la importancia de un diagnóstico temprano y el control de la presión arterial como medidas clave para reducir el riesgo de ictus. Modificar factores como el sedentarismo, el consumo de sal y alcohol o el tabaquismo puede contribuir significativamente a la prevención de esta grave afección.
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El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular o infarto cerebral, es una alteración repentina del flujo sanguíneo en el cerebro que puede provocar secuelas graves o incluso la muerte. Existen dos tipos principales: el ictus isquémico, causado por la obstrucción de una arteria, y el ictus hemorrágico, originado por la rotura de un vaso sanguíneo, recogen en la Clínica Mayo.