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La dieta de "no tengo tiempo para nada": los españoles comen cada vez menos en casa
  1. Nutrición
Un 10% menos que hace 20 años

La dieta de "no tengo tiempo para nada": los españoles comen cada vez menos en casa

Al cambiar las prioridades, la nutrición también. Desde 2002, la cantidad de alimentos que se consumen en casa ha disminuido un 10%. El consumo de carne, en concreto, cae casi un 30%

Foto: Una pareja degusta una paella para llevar frente al Ayuntamiento de Valencia. (EFE/Manuel Bruque)
Una pareja degusta una paella para llevar frente al Ayuntamiento de Valencia. (EFE/Manuel Bruque)

¿Qué comemos hoy? La pregunta desata un ejercicio de toma de decisiones para el que no siempre se dispone del tiempo suficiente. Según las cifras, cada vez es más frecuente que la tarea de pensar qué cocinar y hacer la comida se sustituya por salir fuera o pedir algo ya hecho. El consumo de alimentos en los hogares españoles ha disminuido un 10,3% en los últimos 20 años, según los datos publicados en el Informe del consumo alimentario en España por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La caída se ha visto en todo el territorio, salvo en las Islas Canarias, donde aumenta un 9,9%. Mientras, regiones como La Rioja, Madrid o Asturias es donde más ha decrecido el consumo en las casas entre 2002 y 2022.

El trabajo del ministerio para recopilar esta información profundiza con gran detalle en la evolución del consumo de los principales grupos de alimentos y sus categorías, así como las peculiaridades de los canales de compra. Eso sí, estos datos hacen referencia al estilo de consumo dentro del hogar y no a lo que comemos cuando salimos.

“Estas tendencias vienen marcadas por el ‘no tengo tiempo para nada’, aunque, en realidad, es cuestión de prioridades”, considera el experto y docente en nutrición, Moisés Garrido, del Colegio Santa María de los Ángeles de Málaga.

La falta de tiempo afecta tanto a la rutina como a la dieta, donde el consumidor acaba optando por dos vías: o bien come fuera de casa, o bien consume productos que ya estén cocinados o semielaborados. Un artículo sobre el tema publicado por la Revista Española de Sociología apunta a las obligaciones laborales como uno de los principales motivos de esta tendencia que hace que cada vez consumamos menos alimentos preparados en los hogares.

De hecho, según el último Informe de consumo de alimentación fuera del hogar, la frecuencia con la que salimos ha crecido un 5,1% con respecto a 2021. Al año, los españoles consumen comida no hecha en casa unas 116 veces. Esto incluye desde las principales comidas del día hasta un tentempié entre horas.

Foto: Dos menús con las reivindicaciones de los ganaderos y agricultores españoles el pasado 5 de febrero. (Reuters)

Además de la tradición incondicional del español medio por celebrar sus eventos sociales en restaurantes, quedar en los bares y el ritmo profesional, factores como el aumento del sector del delivery y la proliferación de nuevos establecimientos de comida rápida también influyen en el afianzamiento de esta dinámica.

En España, se registran 400 millones de pedidos a domicilio al año, según datos presentados por The NPD Group en la jornada de Aecoc Retail & Foodservice Knowledge "Desgranando el food delivery". En 2022, este sector se consolidó con un 7% de cuota de mercado sobre la facturación total de la restauración.

Foto: La hostelería tiró de los precios durante el verano. (EFE)

“Solo hace falta verlo por nuestros propios ojos. Es que no paran de aparecer sitios nuevos de comida rápida y no entran en quiebra”, asegura el experto en nutrición. La normalización del consumo de comida en estos establecimientos, añade Garrido, está “directamente relacionada con las enfermedades metabólicas”.

Ahora bien, aunque alimentarse fuera del hogar sea cada vez más habitual, la concepción de estas comidas sigue siendo una excepcionalidad. El mejor reflejo del “somos lo que comemos” continúa estando de puertas para dentro.

En el mes de abril de 2023, último con datos disponibles, los españoles consumieron en sus casas 382,6 millones de litros de leche y derivados lácteos. Este es el grupo de alimentos con cifras más altas, claro que no es lo mismo beber un litro de leche que comer un kilo de carne. La cantidad de fruta fresca y hortalizas, sin embargo, adelanta al consumo de carne o pescado.

Esta distribución ha ido evolucionando con el paso del tiempo. “Hay más información, pero menos formación”, reflexiona Moisés Garrido. Añade que las decisiones de autorregulación que hace el consumidor moldean su estilo de vida sin, en muchas ocasiones, tener conocimiento verdadero del valor nutricional de su dieta. Para él, el cambio en los hábitos de consumo responde, también, a la influencia de las modas alimentarias.

Tendencia o salud

Corrientes como el veganismo, la conciencia nutricional o el priorizar los alimentos reales han configurado una realidad en la que, por ejemplo, el consumo de carne en casa ha caído un 29,7% desde 2002. Aunque no es el único producto, también la leche, los huevos o el pescado han visto una reducción de su consumo en los últimos años. Entre los alimentos analizados (algunos de los más consumidos), el yogur se compra ahora más en las casas, pasando un consumo de 6,2 kg por habitante al año a 8,8.

Productos light, el “día sin carne”, las recomendaciones desde organismos públicos… Todo suma a la hora de reorientar las pautas de consumo. Una de las modas de los últimos años consiste en no comer gluten o reducir la cantidad, incluso aunque no exista intolerancia. “La cuestión es que si no tienes problemas con el gluten, no tienes por qué dejar de comerlo”, concluye Garrido. En su opinión, la nutrición debería ir más allá de las modas, ya que afecta directamente a la salud del individuo.

La brecha entre el vino y la cerveza

En cuanto a las bebidas alcohólicas que más se consumen, la cerveza ha crecido mientras que el vino ha perdido adeptos. Existe una “una tendencia creciente de la cerveza, en contraposición con la que muestran el resto de bebidas alcohólicas”, según aclara la Fundación Alcohol y Sociedad.

Al margen de los Informes publicados por instituciones públicas, estudios como el realizado por Laura Llamosas-Falcón, Jakob Manthey y Jürgen Rehm sobre los cambios en el consumo de alcohol en España de 1990 a 2019, publicado en la revista científica Adicciones, ya lo confirman: “La cerveza ha sustituido al vino como bebida alcohólica preferida”.

Ni internet destierra al súper

En los últimos años, también ha crecido más la preocupación por la procedencia de lo que comemos y cada vez más parece que se aboga por la vuelta al mercado tradicional y los productos de cercanía, pero ¿se ha trasladado en la práctica?

Pese al crecimiento del delivery y la necesidad de inmediatez a la que se somete la rutina del español medio, en lo que se refiere a lista de la compra, internet no es la principal plataforma escogida. En comparación a 2012, la compra online ha aumentado 1,9 puntos porcentuales. Sin embargo, sigue quedando muy por detrás de las grandes superficies.

Los supermercados y grandes almacenes acumulan un 63,3% del total de las compras que se realizan para el hogar. Las personas buscan aquellas superficies donde encontrar todas las secciones alimentarias en un mismo espacio, lo que justifica que el hipermercado se encuentre en segundo puesto, aun habiendo reducido la cuota que tenía en 2012. Por su parte, los mercadillos y plazas pierden aún más relevancia, aunque no llegan a desaparecer. Se mantienen con un 1,4% y un 3,2%, respectivamente.

¿Qué comemos hoy? La pregunta desata un ejercicio de toma de decisiones para el que no siempre se dispone del tiempo suficiente. Según las cifras, cada vez es más frecuente que la tarea de pensar qué cocinar y hacer la comida se sustituya por salir fuera o pedir algo ya hecho. El consumo de alimentos en los hogares españoles ha disminuido un 10,3% en los últimos 20 años, según los datos publicados en el Informe del consumo alimentario en España por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La caída se ha visto en todo el territorio, salvo en las Islas Canarias, donde aumenta un 9,9%. Mientras, regiones como La Rioja, Madrid o Asturias es donde más ha decrecido el consumo en las casas entre 2002 y 2022.

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