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¿Por qué si dos personas beben lo mismo, una está perfecta y la otra no se tiene en pie?
  1. Nutrición
SEGÚN LOS EXPERTOS

¿Por qué si dos personas beben lo mismo, una está perfecta y la otra no se tiene en pie?

Factores como el peso, la edad, la composición corporal o el sexo determinan lo rápido que te emborracharás estas fiestas y el tiempo que tardarás en recuperarte. Recordemos que el alcohol es malo para la salud

Foto: El consumo de alcohol tiene un componente social muy fuerte. (iStock)
El consumo de alcohol tiene un componente social muy fuerte. (iStock)

Quien más, quien menos, este mes de diciembre tendrá en su agenda varias comidas, cenas o encuentros con amigos, compañeros de trabajo o familiares. ¿El motivo? La Navidad. Una estupenda "excusa" para dar rienda suelta a todo tipo de excesos gastronómicos. Entre esos permisos que nos concedemos, auspiciados por la manida frase de "un día es un día", en este artículo nos centraremos en el que se refiere al alcohol. Y es que si tomar una cerveza, una copa de vino o un cubalibre es algo habitual en la mayoría de las celebraciones, en el marco concreto de las fiestas navideñas todavía lo es mucho más.

El lado social de una copa de vino

Más allá de los efectos que tiene el alcohol en el cuerpo y la mente, a nadie se le escapa que esta bebida tiene un componente social tremendamente potente. Y es que son muy pocas las comidas que no se riegan con un buen vino o las fiestas de cumpleaños que no se celebran con unas cervezas o unos cubatas. La realidad es que la mayoría de las personas adultas acompañan una comida "especial" con una bebida alcohólica. Ahora bien, la realidad también es que mientras unas se sienten mareadas con un par de copas de vino, otras con la misma cantidad apenas sienten sus efectos.

La velocidad a la que se elimina el alcohol depende de muchos aspectos, entre ellos, el peso y la edad

Todos tenemos un amigo, un primo o un compañero de trabajo, o uno mismo, que "con pisar la chapa de una cerveza" está borracho, mientras que otros parecen inmunes a sus efectos. ¿Cómo es posible? ¿Qué es lo que influye para que unos se emborrachen más rápidamente que otros?

A vueltas con la dosis mínima

A grandes rasgos, cuando nos excedemos con el alcohol, estamos sometiendo a nuestro organismo a "una intoxicación generalizada que afecta a múltiples órganos, siendo el cerebro, quizá por sus peculiaridades, el más vulnerable", apunta el doctor José F. Tinao, jefe de servicio de Medicina Biológica y Longevidad de Olympia Quirónsalud.

placeholder Los efectos del alcohol dependen de múltiples factores, entre ellos, el sexo o el peso de la persona. (iStock)
Los efectos del alcohol dependen de múltiples factores, entre ellos, el sexo o el peso de la persona. (iStock)

Ahora bien, esa intoxicación y sus efectos varían en función de múltiples factores, desde la dosis o el tipo de bebida alcohólica que se elige hasta el sexo, la edad, el peso, la composición corporal o si estamos en ayunas o con el estómago lleno. De modo que es fácil comprender por qué tenemos parientes que prácticamente se mantienen serenos, mientras otros no dan pie con bola a pesar de haber bebido lo mismo.

Foto: A pesar de los hallazgos de los científicos, quedan varias preguntas por responder. (Pexels)

Pero cuidado. El hecho de que no demos muestras de embriaguez no significa que no nos esté afectando. Es más, la mayoría de la comunidad científica se posiciona en contra de la ingesta de alcohol cualquiera que sea su dosis. En cualquier caso, es un tema sobre el que se está debatiendo bastante en los últimos años, y sobre el que no existe consenso total. "¿Cuál es la dosis dañina de alcohol? -se pregunta el doctor Tinao-. No es lo mismo una copita de un buen vino tinto con la comida que dos cubalibres después de comer o cenar", opina. Y añade: "Tampoco es lo mismo el género, la edad, el peso... Creo que la moderación debe ser la norma. El alcohol en nuestra sociedad tiene un papel social que es un factor a considerar". Ahora bien, el experto cree que existen ciertos colectivos que deben evitar el consumo de alcohol siempre. "Los menores, las mujeres embarazadas o las que están dando de mamar nunca deben beber alcohol. Tampoco alguien que por su trabajo o por cualquier circunstancia no deba hacerlo (por ejemplo, conducir)", remarca.

¿Por qué un vaso de vino no afecta a todos igual?

Al margen de que no es lo mismo una bebida fermentada como la cerveza o el vino, o una destilada, como el whisky o la ginebra, ya que la concentración de alcohol es diferente, los factores que determinan la facilidad con que nos vamos a emborrachar y el tiempo que tardaremos en eliminar el alcohol de nuestro organismo tienen que ver con las características específicas de cada persona, peso, género, edad...

Los menores, las mujeres embarazadas o las que están dando de mamar nunca deben beber alcohol

Ahora bien, según el doctor, lo que realmente decide el tipo de reacción del organismo ante la ingesta de alcohol es "la capacidad de detoxificación del hígado a través de dos enzimas denominadas alcohol deshidrogenasa y aldehído deshidrogenasa". Estas sustancias están reguladas genéticamente, por lo que podría afirmarse que nuestra herencia genética también tiene algo que decir en todo esto. Además, "hay un gen, el PNPLA3, cuyos polimorfismos expresan formas diferentes de enfrentarse al consumo de alcohol", apostilla.

Si eres mujer, probablemente te emborracharás antes

Existe la creencia generalizada de que las mujeres se embriagan más rápido que los hombres. Sin embargo, ¿es cierto? Eso parece. De hecho, según el experto, "las mujeres suelen emborracharse antes debido sobre todo a que "generalmente, su capacidad de metabolización del alcohol es más lenta. Además, su proporción de masa magra es menor", apunta Tinao. Además, los hombres, al tener, en general, más agua en los tejidos, más músculo y menos grasa que las mujeres, les afecta menos el alcohol.

placeholder No se debe combinar el consumo de alcohol con la toma de fármacos. (iStock)
No se debe combinar el consumo de alcohol con la toma de fármacos. (iStock)

Por otro lado, "la edad es un factor que influye claramente. Un menor no debería beber nunca alcohol", afirma rotundo el doctor. "Los jóvenes -agrega- tienen mayor capacidad de detoxificación".

También "la masa corporal, la proporción de agua, el porcentaje de músculo y grasa influyen", añade.

¿Y si bebemos para acompañar un plato de cordero?

Y quien dice un cordero, dice un estofado, un plato de espaguetis o una paella. La cuestión es que se cree que beber unas copas de vino durante la comida o unas cervezas mientras tapeamos afecta menos. Bien, pues, según el doctor, esto no es así. "Lo que ocurre es que la absorción gastrointestinal es más lenta. En cualquier caso, habría que estudiar qué tipo de ingesta se hace".

Foto: Foto: iStock.

Por el contrario, cuando bebemos con el estómago vacío, es decir, después de unas horas en ayuno, "el alcohol se absorbe más rápidamente", advierte.

En cuanto a la ingesta combinada de alcohol y fármacos, y su posible interacción, el doctor Tinao es muy claro: "No se debe mezclar medicamentos con alcohol. Especialmente con sustancias que afectan el metabolismo hepático y actividad cerebral".

Quien más, quien menos, este mes de diciembre tendrá en su agenda varias comidas, cenas o encuentros con amigos, compañeros de trabajo o familiares. ¿El motivo? La Navidad. Una estupenda "excusa" para dar rienda suelta a todo tipo de excesos gastronómicos. Entre esos permisos que nos concedemos, auspiciados por la manida frase de "un día es un día", en este artículo nos centraremos en el que se refiere al alcohol. Y es que si tomar una cerveza, una copa de vino o un cubalibre es algo habitual en la mayoría de las celebraciones, en el marco concreto de las fiestas navideñas todavía lo es mucho más.

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