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El parásito que influye en el atractivo físico
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Mayor simetría facial

El parásito que influye en el atractivo físico

Este pequeño ser, que afecta a diferentes órganos como el cerebro, los pulmones, el corazón, los ojos o el hígado, se ha relacionado con una gran variedad de trastornos neurológicos

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

El Toxoplasma gondii (T. gondii), descubierto en 1909 en el norte de África, es una especie de parásito que infecta a sus huéspedes a lo largo de todo el planeta. Se trata de un organismo de 4 a 6 mcm de longitud x 2 a 3 mcm de ancho, con extremos redondeados o afilados. Según indica el Dr. López Tricas en su artículo ‘Toxoplasma gondii’, la mitad de la población ha desarrollado anticuerpos frente al Toxoplasma gondii. Además, se ha descubierto que puede alterar el comportamiento humano y el de muchos animales.

Este pequeño ser, que afecta a diferentes órganos como el cerebro, los pulmones, el corazón, los ojos o el hígado, se ha relacionado con una gran variedad de trastornos neurológicos como la esquizofrenia y los episodios psicóticos. Los científicos siguen descubriendo más efectos misteriosos que pueden resultar de su infección.

Los hombres infectados tienen más testosterona

En el estudio reciente ‘¿Son los sujetos infectados con Toxoplasma más atractivos, simétricos o más saludables que los no infectados?’, bajo la evidencia de que el Toxoplasma gondii manipula las características fenotípicas de sus huéspedes intermedios para aumentar su propagación, los investigadores encontraron que los hombres y mujeres afectados por el parásito terminaron siendo calificados como más atractivos y de aspecto más saludable que las personas no infectadas. “A primera vista, eso puede sonar extraño e improbable. Pero, hipotéticamente hablando, el fenómeno podría tener sentido desde el punto de vista de la biología evolutiva”, dicen los científicos.

placeholder Foto: Unsplash/@HadisSafari.
Foto: Unsplash/@HadisSafari.

Comparar los rasgos asociados con la salud de sujetos con y sin toxoplasma e investigar si otras personas perciben esas diferencias fueron los dos objetivos principales del estudio. En el análisis del primer objetivo participaron, previo análisis para descartar otras patologías, 35 sujetos infectados y 178 no infectados, y se compararon cuestiones relacionadas con el atractivo autopercibido, el número de parejas sexuales, el número de dolencias menores, su índice de masa corporal, la fuerza de presión manual, la asimetría facial y la relación ancho-alto. El estudio del segundo objetivo de la investigación fue realizado por un grupo independiente de 205 evaluadores (59 hombres y 146 mujeres) que valoraron el atractivo y la salud percibida de imágenes faciales de sujetos infectados y no infectados con T. gondi.

Encontraron que el conjunto de hombres y mujeres infectado fue calificado como más atractivo y saludable que los no infectados

En primer lugar, los investigadores hallaron que los hombres infectados tenían una asimetría fluctuante facial más baja. La asimetría fluctuante es una medida de la desviación de las características simétricas, y los niveles más bajos de asimetría (es decir, una simetría más alta) se vinculan con una mejor salud física, buenos genes y atractivo, entre otras cosas. En relación con las mujeres, advirtieron que las infectadas tenían una masa corporal y un índice de masa corporal más bajos, tendencia a una asimetría fluctuante facial menor, mayor atractivo autopercibido y una mayor cantidad de parejas sexuales que los no infectados. También encontraron que el conjunto de hombres y mujeres infectado fue calificado como más atractivo y saludable que los no infectados.

La interpretación de los resultados por parte de los investigadores sugiere que algunos parásitos como T. gondii pueden producir cambios en la apariencia y el comportamiento del huésped humano, ya sea como un subproducto de la infección o como resultado de la manipulación del parásito para aumentar su propagación a nuevos huéspedes. En conjunto, estos resultados sientan las bases para futuras investigaciones sobre la manipulación del huésped humano por patógenos y parásitos de transmisión sexual.

Los investigadores sugieren que algunos parásitos como T. gondii pueden producir cambios en la apariencia

Además, hay evidencias que sugieren que los hombres infectados tienen niveles más altos de testosterona que los hombres no infectados. Los hombres con niveles más altos de testosterona podrían ser más propensos a infectarse con el parásito en primer lugar, a través de mayores niveles de comportamiento de riesgo asociado con la hormona.

"Es posible que las interacciones aparentemente no patológicas y potencialmente beneficiosas entre T. gondii y algunos de sus huéspedes intermediarios, como ratas y humanos, sean el resultado de estrategias coevolutivas que benefician, o al menos no dañan, a la aptitud tanto del parásito como del huésped", concluyen los investigadores.

El Toxoplasma gondii (T. gondii), descubierto en 1909 en el norte de África, es una especie de parásito que infecta a sus huéspedes a lo largo de todo el planeta. Se trata de un organismo de 4 a 6 mcm de longitud x 2 a 3 mcm de ancho, con extremos redondeados o afilados. Según indica el Dr. López Tricas en su artículo ‘Toxoplasma gondii’, la mitad de la población ha desarrollado anticuerpos frente al Toxoplasma gondii. Además, se ha descubierto que puede alterar el comportamiento humano y el de muchos animales.

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