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¿Herpes simple o zóster? Una dermatóloga explica sus síntomas, gravedad y tratamiento (cambian mucho)
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¿Herpes simple o zóster? Una dermatóloga explica sus síntomas, gravedad y tratamiento (cambian mucho)

No es lo mismo una calentura que la 'culebrilla', los nombres con los que comúnmente nos referimos a los dos tipos de herpes más frecuentes. La doctora Leyre Aguado aclara las características de cada uno de ellos

Foto: El herpes simple tipo 1 es el que aparece en el labio. (iStock)
El herpes simple tipo 1 es el que aparece en el labio. (iStock)

Tener un herpes en algún momento de la vida es de lo más corriente y, en principio, no reviste gravedad en personas que tengan un buen sistema inmunitario. En el mundo hay más de 3.700 millones de menores de 50 años infectados por el virus del herpes simple tipo 1 (el labial) y 491 millones por el del herpes simple tipo 2 (el genital). Pero este es un enfoque muy simple de lo que hay realmente detrás del nombre herpes.

El primer dato que muestra la complejidad de la infección es que hay ocho tipos de herpes virus que infectan a los humanos y causan enfermedades distintas (varicela, mononucleosis infecciosas, roséola infantil o sarcoma de Kaposi).

Las lesiones cutáneas del herpes desaparecen, pero el virus permanece latente en los ganglios nerviosos

Además, la idea de que tener un herpes es algo pasajero es un error, porque las lesiones (calenturas, pupas, ampollas…) se pueden tratar y desaparecer, pero el virus permanece latente en los ganglios nerviosos y con determinados estímulos -fiebre, estrés o inmunosupresión- puede reaparecer.

Sí que el herpes zóster (culebrilla) se percibe como algo más importante, como realmente es. Se trata de un rebrote de la varicela (herpes tipo 3) y lo padece el 30% de la población, sobre todo a partir de los 50 años, y puede tener consecuencias graves en personas vulnerables (inmunodeprimidos, trasplantados, mayores de 80 años).

En un artículo sobre la vacunación, publicado en la revista Atención Primaria, los autores señalan que cada año se producen más de 2.000 hospitalizaciones en España por herpes zóster (superan las 8.800 en mayores de 85 años), una infección que está detrás del 2,8% del total de muertes en Europa. La vacuna previene complicaciones -que no la infección-, y por ello, desde el año 2018, y acordado por el Consejo Interterritorial, el Ministerio de Sanidad ha ido publicando una serie de recomendaciones sobre la vacunación de personas de riesgo.

Foto: El herpes zóster está causado por el virus de la varicela (Foto: iStock)

Buena parte de la población tiene una idea de qué son los herpes, pero las dudas son muchas. La doctora Leyre Aguado, dermatóloga de la Clínica Universidad de Navarra, explica a El Confidencial los tipos, síntomas y tratamientos de la infección.

Herpes más habituales

Los más frecuentes son el herpes simple y el herpes zóster, que “aunque a la vista los dos están compuestos por ampollitas, la forma en que se repiten los hace que se diferencien con mucha facilidad”.

El herpes simple reaparece varias veces a lo largo de la vida y siempre en el mismo sitio, habitualmente en el labio y la zona genital, y aunque se pueden repetir, "nunca cambian de sitio”.

placeholder El virus del herpes zóster es el de la varicela, que se suele contraer en la infancia. (iStock)
El virus del herpes zóster es el de la varicela, que se suele contraer en la infancia. (iStock)

El herpes zóster es el virus de la varicela, que “solemos contraer de niños y se nos queda almacenado en el organismo”. Pero en algún momento de la vida, “aprovechando una bajada de defensas o de mayor debilidad, aparece siguiendo el trayecto de uno de los nervios que salen de la columna vertebral, es decir, hacia uno u otro lado de la espalda”. Lo normal es que el herpes zóster solo aparezca una vez en la vida (es muy raro que repita).

La importancia cambia

La diferencia entre ambas entidades es notable: “En el caso del herpes simple, el mayor problema es si se repiten, a menudo pueden ser muy incómodos. Gravedad en general no revisten, pero sí mucha molestia porque el labio se hincha y duele al comer, y en la zona genital son todavía más molestos”.

En cuanto al herpes zóster, en personas con un sistema inmunitario normal no supone más que un episodio fastidioso, todo lo contrario que en pacientes con la inmunidad baja, “en los que puede ser peligroso, porque pueden hacer unas lesiones muy extensas y necesitar tratamiento intravenoso. Es una situación con riesgo para su vida”.

Herpes zóster: síntomas y zonas de aparición

Cualquier persona infectada por el virus de la varicela puede tener un herpes zóster, aunque el riesgo aumenta a partir de los 50 años de edad, y si además existe una enfermedad que afecte a la inmunidad, el riesgo se multiplica.

Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque “lo característico es que no pasa a la otra mitad, porque sale siguiendo el trayecto de un nervio”, es decir, “si sale en la cara, en la parte superior o inferior derecha, no pasará al lado izquierdo; si aparece en el brazo derecho, no pasará al izquierdo”.

Foto: El astronauta de la NASA Nick Hague se prepara en un simulador de la nave Soyuz (Reuters)

En cuanto a los síntomas, Leyre Aguado apunta que “a veces, lo único que se ve es lo que aparece en la piel, que son como unas ampollitas que luego se transforman, se cubren por costras y causan alguna molestia o un dolor muy intenso”.

Esa molestia de las ampollas es el rasgo más variable, que puede ser pasajera o “puede dejar un dolor que dura meses o años, llamado neuralgia posherpética. Las costras pueden desaparecer en diez días, pero el dolor perdura muchos meses y requiere tratamiento”.

Algunos medicamentos empleados para tratar el herpes zóster disminuyen el riesgo de que quede dolor crónico, comenta la médica, pero “no se puede prevenir al 100%”. Entonces, “vacunarse para que no aparezca el herpes zóster es la mejor de las opciones, y más ahora, que tenemos una vacuna, tiene todo el sentido del mundo”.

Diferentes tratamientos

El tratamiento cambia según el tipo de herpes. El del zóster consiste en antivirales por vía oral. Los afectados que no sean de riesgo deben tomar las pastillas durante siete días y “cuanto antes empiecen la terapia, mejor. Se debe comenzar en los primeros tres días, pero si se trata de alguien de riesgo porque tenga las defensas bajas, debe ingresar en un hospital para recibir tratamiento intravenoso”.

placeholder El herpes zóster (culebrilla) se extiende por el recorrido de un nervio. (iStock)
El herpes zóster (culebrilla) se extiende por el recorrido de un nervio. (iStock)

La doctora matiza que una cosa es el tratamiento del herpes zóster y otra el de la neuralgia posherpética, para la que existen medicamentos para disminuir el dolor que surge por irritación del nervio (son medicamentos que se utilizan para tratar dolores crónicos).

Los herpes simples se tratan con antivirales en crema, que reducen la duración y la intensidad de las lesiones

Los herpes simples se tratan con antivirales en crema, que “son efectivos -reducen el número de días y la intensidad de las lesiones-, pero tampoco muchísimo”. Los antivirales, dice la especialista de la Clínica Universidad de Navarra, son más eficaces “tomándolos por vía oral durante cinco días, comenzando lo más pronto posible”.

Para quienes tienen más de seis episodios de herpes simple al año, existe la opción de pautar un tratamiento antiviral diario para reducir el riesgo.

Protección de la vacuna

"La vacuna es para el herpes zóster. Solo para eso", enfatiza. "No protege de la varicela, sino para no tener de mayor un episodio de herpes zóster, que es más frecuente a partir de los 50 años o en personas en tratamiento contra el cáncer, que tienen las defensas bajas”.

El contacto con las ampollas del herpes zóster puede transmitir la varicela a una persona que no la ha tenido nunca

Uno de los aspectos más desconocidos del herpes zóster es que “puede contagiar la varicela a una persona que no la ha tenido”, advierte la médica. Esto también condiciona la presentación: en alguien que ha tenido varicela en su infancia, reaparece en forma de ampollas pequeñas siguiendo el trayecto de un nervio, pero una persona se contagia al tocar las ampollas del zóster, la varicela le aparecerá por todo el cuerpo. Sin embargo, “casi todos estamos o contagiados o vacunados. La vacuna reduce mucho la probabilidad de tener un herpes zóster (aunque no lo evite al 100%)”.

La dermatóloga lanza un recordatorio final: aunque comparten el nombre de herpes, son dos grupos de enfermedades distintas.

Tener un herpes en algún momento de la vida es de lo más corriente y, en principio, no reviste gravedad en personas que tengan un buen sistema inmunitario. En el mundo hay más de 3.700 millones de menores de 50 años infectados por el virus del herpes simple tipo 1 (el labial) y 491 millones por el del herpes simple tipo 2 (el genital). Pero este es un enfoque muy simple de lo que hay realmente detrás del nombre herpes.

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