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Científicos españoles participan en un hallazgo clave sobre el huntington
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Enfermedad neurodegenerativa

Científicos españoles participan en un hallazgo clave sobre el huntington

Un equipo internacional de investigadores ha descifrado la estructura de la proteína implicada en el desarrollo de esta gravísima y progresiva patología, que afecta al movimiento y a la función cognitiva

Foto: Cadenas de aminoácidos formando una proteína. (iStock)
Cadenas de aminoácidos formando una proteína. (iStock)

La enfermedad de Huntington no es frecuente; al contrario, se da un caso entre 10.000 personas (en España, hay unos 4.000 pacientes), pero es extremadamente grave y acarrea un enorme sufrimiento para quienes la padecen, para quienes son portadores de la mutación genética que la provoca y para sus familiares.

Conocida durante la Edad Media como baile de San Vito, se trata de una enfermedad neurodegenerativa, que afecta al movimiento, a las capacidades cognitivas y provoca trastornos psiquiátricos. Carece de tratamiento y lo único que se puede hacer, a día de hoy, es evitar transmitirla a la descendencia mediante el diagnóstico preimplantacional y la fecundación in vitro.

Foto: Fuente: iStock

Sin embargo, a pesar de ser una de las llamadas enfermedades raras, numerosos grupos de investigación están centrados en encontrar pistas que puedan conducir a tratamientos que mejoren la vida de estas personas.

La proteína implicada, al desnudo

Un equipo internacional, con participación del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha hecho una aportación importante al revelar la estructura de la huntingtina, la proteína responsable del huntington. Este hallazgo, que se ha publicado en la revista Nature Structural and Molecular Biology, mejora la comprensión de la enfermedad, ya que aporta nuevas claves sobre el mecanismo que desencadena la formación de agregados proteicos en el cerebro de estos pacientes.

placeholder El investigador Ramon Crehuet, del Instituto de Química Avanzada de Cataluña, es uno de los autores del trabajo. (CSIC)
El investigador Ramon Crehuet, del Instituto de Química Avanzada de Cataluña, es uno de los autores del trabajo. (CSIC)

La enfermedad de Huntington se desencadena por una mutación genética que afecta a la proteína huntingtina y a la síntesis de glutamina (un aminoácido presente en la composición de las proteínas). El resultado es que aumenta el número de glutaminas en la proteína, algo que está directamente relacionado con la formación de agregados proteicos en el cerebro.

La huntingtina es necesaria para el desarrollo neurológico. La población sana tiene entre 17 y 23 glutaminas consecutivas y por encima de 36 se desarrollan los síntomas del huntington

La función que tiene la huntingtina es desconocida, pero sí se sabe que está implicada en el desarrollo neurológico y que es necesario un número mínimo de moléculas del aminoácido glutamina para este desarrollo. Sin embargo, hay un umbral de repeticiones de glutaminas en esta proteína a partir del cual una persona desarrolla la enfermedad. La población sana tiene entre 17 y 23 glutaminas consecutivas, pero por encima de 36 se desarrollan los síntomas del huntington.

Cambios graduales

“Aunque todavía no están establecidas las bases de la enfermedad, se cree que esas repeticiones adicionales de glutaminas hacen que las proteínas interaccionen entre sí y se facilite la formación de precipitados y acúmulos proteicos, lo que resulta en la degeneración neuronal y en síntomas como la pérdida de coordinación y la demencia”, detalla Ramon Crehuet, investigador del CSIC en el IQAC y uno de los firmantes del trabajo liderado por Pau Bernadó, del Centre de Biologie Structurale de Montpellier (Francia). Y añade: “Sabemos que la proteína con un determinado número de glutaminas predispone a la aparición de la enfermedad, pero seguimos sin entender del todo por qué la estructura de la proteína cambia y se vuelve más tóxica”.

Foto: Carlos Benítez-Buelga, coautor de la investigación.

Ahora, los resultados de esta investigación revelan que no hay ningún cambio cualitativo entre la estructura de la huntingtina con un número elevado de repeticiones de glutamina y la huntingina de personas sanas. Solo hay cambios graduales que se incrementan a medida que aumenta el número de glutaminas. Para Crehuet, los nuevos hallazgos “aportan una nueva perspectiva del umbral patológico de la enfermedad que va más allá de la longitud de la cadena de repeticiones de glutaminas. Conocer la estructura de la proteína y el mecanismo de su agregación puede ser el primer paso para diseñar fármacos que ayuden a paliar los síntomas y mejorar la vida de los pacientes”.

Sin embargo, las implicaciones del nuevo trabajo pueden ir más allá de esta enfermedad neurodegenerativa, ya que, según los científicos, el estudio de la estructura de las proteínas puede abrir nuevas posibilidades para comprender otras afecciones con mecanismos similares, como son la enfermedad de Kennedy, la distrofia miotónica o el síndrome del X frágil.

La enfermedad de Huntington no es frecuente; al contrario, se da un caso entre 10.000 personas (en España, hay unos 4.000 pacientes), pero es extremadamente grave y acarrea un enorme sufrimiento para quienes la padecen, para quienes son portadores de la mutación genética que la provoca y para sus familiares.

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