Los resfriados también son para el verano y estas son sus características
Aunque las infecciones respiratorias se suelen percibir como más desagradables en verano, quizás por la fiebre y el calor, ni su gravedad ni su duración dependen de la estación del año
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Solemos relacionar los resfriados, laringitis, gripes y otras infecciones respiratorias con los meses de invierno. Pero la realidad es que están presentes durante todo el año. Y es que, tal y como afirma Beatriz Torres Blanco, miembro del Grupo de trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), “las personas nos exponemos continuamente a microorganismos patógenos ya sean virus, bacterias u hongos”.
Es más, la especialista en Medicina de Familia asegura que, “aunque algunos microorganismos son más comunes en invierno, otros pueden ser más prevalentes en verano”. En concreto, el enterovirus es más frecuente en meses cálidos, mientras que los adenovirus están presentes durante todo el año.
También lo está, desde la aparición de la pandemia, en 2020, el SARS-CoV-2 que, aunque parece estar influenciado por factores estacionales, no sigue los mismos patrones que la gripe. De hecho, la experta en enfermedades infecciosas aclara que la covid-19 “puede propagarse en cualquier condición climática”.
La prueba de que los virus campan a sus anchas a pesar del calor (o precisamente por eso) es que los últimos datos de julio de 2024 facilitados por la red de Vigilancia Centinela de Infección Respiratoria Aguda del ISCIII, la tasa de infecciones respiratorias agudas a nivel nacional es de 359,4 casos/100.000.
Infecciones respiratorias y frío
Es cierto que “durante el invierno existe un aumento de enfermedades infecciosas debido a que el frío debilita nuestra respuesta inmune o defensiva, por lo que somos más susceptibles de enfermar cuando nos exponemos a ellos”, destaca Torres Blanco.
Los cambios bruscos de temperatura, de un ambiente muy cálido a uno muy frío o al contrario, debilitan el sistema inmune
Además, “la inhalación de aire frío puede causar irritación del tracto respiratorio, microinflamación y broncoespasmo”. Y por si eso fuera poco, “durante el invierno es frecuente permanecer más tiempo en espacios cerrados, con poca ventilación”, lo que favorece la difusión de patologías infecciosas.
Aire acondicionado y contraste de temperatura
Dos son las principales razones para que se propaguen los virus durante los meses de calor. Para empezar, la médica de familia apunta “al uso frecuente de aire acondicionado, que deja ambientes muy secos, lo que reseca las mucosas nasales y las hace más susceptibles a las infecciones”.
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Por otro lado, “los cambios bruscos de temperatura (de un ambiente muy cálido a uno muy frío o al contrario) también debilitan el sistema inmune. Sin olvidar que la deshidratación, la falta de sueño, la mala alimentación, el consumo de alcohol o tabaco, debilita nuestras defensas. Y todos estos factores son frecuentes durante los meses de verano”.
Características del resfriado de verano
Es frecuente percibir los resfriados, catarros y gripes como más complicados de sobrellevar en verano que en invierno. Sobre todo si cursan con fiebre. Pero la realidad es que la gravedad de las infecciones respiratorias y su sintomatología no depende de la estación del año en que se produzcan.
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Del mismo modo, aunque quizás parezcan más largos que durante los meses de frío, la duración de este tipo de enfermedades es la misma: “Los síntomas suelen durar entre 7 y 10 días, aunque en ocasiones pueden extenderse en el tiempo, sobre todo en el caso de la tos”, comenta Torres Blanco.
Y añade que el tratamiento también es el mismo: “Se basa en aliviar los síntomas con fármacos analgésicos o antipiréticos, como son el paracetamol o el ibuprofeno, este último tiene también efecto antiinflamatorio. Además, es importante para recuperarse, mantenerse hidratado y respetar el descanso”, concluye.
Solemos relacionar los resfriados, laringitis, gripes y otras infecciones respiratorias con los meses de invierno. Pero la realidad es que están presentes durante todo el año. Y es que, tal y como afirma Beatriz Torres Blanco, miembro del Grupo de trabajo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), “las personas nos exponemos continuamente a microorganismos patógenos ya sean virus, bacterias u hongos”.