Menú
¿Tienes intestino irritable? Trucos para 'sobrevivir' a los empachos navideños
  1. Bienestar
Prevención

¿Tienes intestino irritable? Trucos para 'sobrevivir' a los empachos navideños

Los excesos dietéticos nos afectan a todos, pero especialmente a quienes sufren alteraciones intestinales. Cuidar la microbiota para mantener una buena composición, incluso recurriendo a un probiótico, es un buen punto de partida para evitar malestar

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Encaramos la segunda Navidad de nuestras vidas marcada por el ritmo de la pandemia, atentos a la incidencia del virus, al avance de la variante ómicron, a las restricciones, a los test de antígenos y a la incertidumbre de qué pasará al cruzar el umbral del 2022.

Lo que sí tenemos seguro es que vamos a comer mucho, demasiado, casi por encima de nuestros límites. Todos los años nos juramos que el próximo no será igual, pero caemos en el exceso una y otra vez. Si el precio al desenfreno gastronómico es engordar entre 3 y 5 kilos, como apuntan los expertos, no es lo peor, porque con un buen asesoramiento es posible ‘resetear’ la báscula y ponerla donde estaba antes de las fiestas. Lo malo es cuando existe algún trastorno digestivo (por no hablar de otras enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión, cuyo control depende estrechamente de la dieta), ya que pequeños cambios en las rutinas pueden tener consecuencias que se prolonguen a lo largo del tiempo.

Foto: Foto: Unsplash/@ugsdreamer.

El síndrome de intestino irritable (SII) es uno de esos problemas particularmente sensibles a los factores ambientales. Es muy habitual (se estima que lo padece el 15% de la población) y afecta sobre todo a adultos jóvenes (con predominio femenino), de entre 25 y 45 años. Los síntomas más frecuentes son hinchazón abdominal, gases, cólicos y alternancia de episodios de diarrea y estreñimiento. La enfermedad no es grave, pero sí es crónica y afecta a la calidad de vida.

El pilar es la dieta

La dieta y huir del estrés son herramientas básicas para mantener el trastorno controlado. La doctora Anna Accarino, presidenta de la Asociación Española de Neurogastroenterología y Motilidad (Asenem), insiste en que “la dieta y los hábitos alimenticios de estos pacientes tienen un papel muy importante en su tratamiento, por lo que es fundamental que reciban un asesoramiento profesional integral e individualizado acerca de la conveniencia de restringir o no ciertos alimentos en su vida diaria".

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Por ello, más que suprimir comidas, lo aconsejable es seguir una “dieta equilibrada, variada, en cantidades moderadas, evitando el exceso de proteínas, grasas, alimentos procesados, y sin tabaco ni alcohol, que puede ser igualmente eficaz que una más restrictiva, como la dieta pobre en fodmap", asevera la especialista.

Esta recomendación choca frontalmente con lo habitual de estas fiestas, donde la abundancia en cantidad, grasas y azúcares es la tónica dominante.

El arbitraje de la microbiota

No obstante, el efecto de la dieta parece estar condicionado por la microbiota. Científicos británicos han identificado en personas con SII dos tipos de microbiota: una poco favorable, abundante en firmicutes (bacterias poco saludables), y otra mejor, con una proporción más alta de bacteroidetes. En la primera, la dieta fodmap favorece el aumento de bacterias beneficiosas y el descenso de firmicutes, según concluye el trabajo, publicado en la revista ‘Gut’.

Foto: Foto: iStock.

Los hallazgos apoyan la recomendación de algunos expertos de que, en determinadas ocasiones, tomar un probiótico puede mejorar la composición de la microbiota y, con ello, reducir los síntomas de las enfermedades intestinales. La doctora Encarnación Arriaza, de Grupo Farmasierra, sostiene que “un probiótico siempre es beneficioso para nuestro organismo, pero no son iguales, por esto yo no hablaría de recomendar un probiótico en general, de la misma forma que nunca recomiendo un antibiótico”.

Hecha esta aclaración, “en el caso del SII mi indicación es Bifidobacterium longun 35624® porque ha demostrado mediante estudios clínicos que mejora los síntomas de este trastorno (dolor abdominal, flatulencia, estreñimiento, diarrea, etc), además de potenciar el sistema inmunitario”.

Esta experta en enfermedades digestivas apunta que “los probióticos tienen que tomarse durante temporadas largas para que puedan actuar sobre la microbiota intestinal”. Por ello, de cara a estas fiestas, “lo ideal es tomarlos antes, durante y después de las navidades”.

Los excesos se pagan

En la mayoría de los pacientes, se desconoce la causa del SII, pero “cada vez hay más evidencias que indican que en este síndrome se produce una alteración de la permeabilidad de la pared intestinal, de forma que esta alteración permite el paso de patógenos dando lugar a una reacción inflamatoria e inmunológica”.

Si a la microinflamación crónica se suman excesos dietéticos se forma la tormenta perfecta para que haya un aumento de los síntomas

Si a esta microinflamación crónica se la suman comidas copiosas, malas digestiones, aumento de azúcares, etcétera, “se forma la tormenta perfecta para que aparezca un aumento importante de la sintomatología como dolor abdominal, diarrea, gases, etc”, describe Arriaza.

Devolver la normalidad al intestino es imperativo, si bien, como en todas las patologías, es un proceso individual, porque “no hay enfermedades sino enfermos y cada uno es diferente”.

Por ello, tomar un probiótico adecuado y de eficacia probada científicamente es parte del tratamiento, que incluye “dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y llevar una vida tranquila, en la que se puedan racionalizar los problemas y las situaciones estresantes”.

Encaramos la segunda Navidad de nuestras vidas marcada por el ritmo de la pandemia, atentos a la incidencia del virus, al avance de la variante ómicron, a las restricciones, a los test de antígenos y a la incertidumbre de qué pasará al cruzar el umbral del 2022.

Salud
El redactor recomienda