¿Conoces la enfermedad de Hashimoto? Puede que la tengas y no lo sepas
Es el trastorno autoinmune más frecuente, aunque muchos afectados desconocen que lo sufren. Afecta a la glándula tiroides y el cansancio puede ser una señal de alerta, pero hay más. Un endocrinólogo explica a fondo en qué consiste esta patología
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F4b6%2Ff31%2Fda5%2F4b6f31da5e057e3bdd51ddaeb01f5fe8.jpg)
Cansancio, apatía, falta de concentración... son síntomas muy habituales que se pueden atribuir a un determinado momento vital o, incluso, a cualquier trastorno. Sin embargo, si se prolongan en el tiempo, lo adecuado es consultar con un médico para que determine si existe una enfermedad de fondo. Quizá el problema esté localizado en la tiroides, una glándula con forma de mariposa que se encuentra en la parte delantera del cuello, una hipótesis no demasiado descabellada, puesto que, el 10% de la población de España tiene algún tipo de disfunción tiroidea; o dicho de otra forma: a más de 4, 5 millones de personas en nuestro país les funciona mal la tiroides.
El hipotiroidismo -la actividad de la glándula es muy baja – es el trastorno más frecuente (su incidencia es del 9,1%) mientras que lo opuesto, el hipertiroidismo -actividad acelerada del tiroides – no alcanza ni al 1%. Y hablar de hipotiroidismo es hacerlo, mayoritariamente, de enfermedad de Hashimoto – descrita en 1912 por médico japonés Hakaru Hashimoto-, de la que puede haber en España más de un millón de afectados sin que lo sepan.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ffa3%2Fd11%2F117%2Ffa3d111172fb2698dd435d943f5b7964.jpg)
¿Es grave? ¿Qué consecuencias puede tener? El doctor Carles Zafón, coordinador del Área de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) responde a las grandes preguntas
¿Qué es exactamente la enfermedad de Hashimoto?
También denominada tiroiditis crónica autoinmune, es una enfermedad que afecta a la tiroides y constituye la causa más frecuente de hipotiroidismo (disminución de la producción de hormonas tiroideas). “Es la patología autoinmune más frecuente en el mundo y se estima que, cada año, se diagnostica alrededor de un caso por cada 1000 habitantes cada año”.
Es un trastorno de predominio femenino, puesto que es entre 15 y 20 veces más frecuente en mujeres que en hombres.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc62%2F148%2F9b8%2Fc621489b843ca0cf4b4c32d8d045286c.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc62%2F148%2F9b8%2Fc621489b843ca0cf4b4c32d8d045286c.jpg)
¿Por qué se produce?
Es una enfermedad autoinmune, esto significa que "la persona que la padece fabrica anticuerpos contra la glándula tiroidea. Los anticuerpos son un arma de defensa contra elementos extraños a nuestro cuerpo”, explica Zafón.
El sistema inmune reconoce gérmenes (bacterias, virus, etc.) e incluso células cancerosas como ajenas y desencadena una serie de reacciones para eliminarlos. Pero, y por causas no del todo bien conocidas, en algunos casos se fabrican anticuerpos contra células propias de manera errónea. Es el caso de la enfermedad de Hashimoto en la cual se producen anticuerpos contra las células que forman la tiroides”.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F515%2Fbf5%2F29a%2F515bf529af3c002574209f439d30ec9b.jpg)
Para desarrollar la enfermedad es necesario que haya una susceptibilidad genética (ciertos genes determinados) a la que se le añaden algunos factores de riesgo, entre los que se encuentran aspectos ambientales (estrés, alimentos, infecciones) y algunos minerales u oligoelementos (selenio, zinc, etc).
¿Qué síntomas tiene?
Los anticuerpos antitiroideos van destruyendo lentamente la glándula tiroidea y las células que producen las hormonas tiroideas. “La respuesta inicial del tiroides es aumentar de tamaño para intentar compensar la caída de la fabricación hormonal y también como consecuencia de la infiltración de linfocitos (ocasionada por el efecto de los anticuerpos)”, refiere el endocrinólogo.
El crecimiento de la glándula tiroidea es el bocio, que “es uno de los signos iniciales y frecuentes de la enfermedad”.
Los síntomas del hipotiroidismo pueden afectar a todos los órganos: cansancio, dolores musculares, aumento del colesterol, caída del pelo...
A lo largo del tiempo, la producción de hormonas va descendiendo hasta llegar a generar un hipotiroidismo, que se acompaña de numerosos síntomas que afectan todos los órganos. Según el experto, en función de la gravedad de la falta de hormonas, se manifiesta de maneras diferentes: cansancio y debilidad -que son los síntomas más frecuentes e iniciales-, dolores musculares, enlentecimiento de la frecuencia cardíaca, trastornos del sueño, hinchazón y retención de agua en la piel y otros tejidos, estreñimiento, aumento de colesterol, caída del cabello, etc.
¿Cómo se diagnostica?
A pesar de la variedad de síntomas, “clásicamente la enfermedad de Hashimoto se diagnostica a partir de tres hallazgos: bocio, hipotiroidismo y la presencia de anticuerpos antitiroideos en la sangre”.
El miembro de la SEEN asegura que, “actualmente, es relativamente frecuente diagnosticar la enfermedad en estadios muy iniciales, a partir de una analítica de sangre cuando puede que todavía no haya ningún síntoma”.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F663%2Fde0%2F3c9%2F663de03c93fae3d726fdd72761900f47.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F663%2Fde0%2F3c9%2F663de03c93fae3d726fdd72761900f47.jpg)
Este dato es relevante, ya que la ausencia de síntomas clínicos influye en el infradiagnóstico. Un estudio publicado en la Revista Clínica de Medicina de Familia apunta que en España hay más de 2,7 millones de personas con hipotiroidismo subclínico, de los que más de 12.000 sufren ataques cardiacos y se producen 1.300 muertes anuales. Ante esta realidad, “podría estar justificado el cribado de hipotiroidismo subclínico y el tratamiento con levotiroxina en personas que tengan un riesgo cardiovascular aumentado”, apuntan los autores del artículo.
¿Cuál es su tratamiento? ¿Se cura?
Carlos Zafón es tajante: “Las enfermedades autoinmunes, en el momento actual, no tienen cura”.
Los pasos a seguir cuando se detecta, pero aún no se ha desarrollado hipotiroidismo, son “hacer análisis de sangre de forma periódica para comprobar los niveles de las hormonas tiroideas e iniciar el tratamiento justo en el momento que estos niveles hormonas empiecen a descender”.
En el caso de que el diagnóstico se haga cuando ya se haya desarrollado el hipotiroidismo, hay que empezar de inmediato con el tratamiento, que “consiste en la toma, en forma de comprimidos, de la hormona tiroidea (tiroxina) [T4, en pastillas de 50 ó 100 microgramos] que la glándula no fabrica”. A pesar de que las dosis varían de un paciente a otro, generalmente, “un comprimido al día es suficiente para recuperar los niveles hormonales correctos”.
¿Cuáles son sus complicaciones?
El tratamiento del hipotiroidismo con la dosis adecuada de tiroxina normaliza los valores hormonales y no conlleva ninguna complicación a largo plazo, asegura el médico.
En cuanto a la cirugía, “el aumento del tamaño de la glándula -el bocio -, no acostumbra a ser tan grande como para que dé problemas de deglución o de dificultad respiratoria. No obstante, en los pocos casos en los que el bocio es de gran tamaño o por motivos estéticos se puede intervenir quirúrgicamente”.
La operación también es la solución para los pacientes con Hashimoto con síntomas incontrolables, a pesar del tratamiento con tiroxina, defienden un grupo de médicos noruegos en un artículo publicado en Annals of Internal Medicine.
¿Se puede prevenir?
Nuevamente, el endocrinólogo es claro en su mensaje: “Desafortunadamente, las enfermedades autoinmunes no se pueden prevenir en el momento actual. Por ello, lo más importante en esta enfermedad tan frecuente es el diagnóstico precoz, para poder instaurar el tratamiento adecuado y evitar los síntomas del hipotiroidismo”.
Cansancio, apatía, falta de concentración... son síntomas muy habituales que se pueden atribuir a un determinado momento vital o, incluso, a cualquier trastorno. Sin embargo, si se prolongan en el tiempo, lo adecuado es consultar con un médico para que determine si existe una enfermedad de fondo. Quizá el problema esté localizado en la tiroides, una glándula con forma de mariposa que se encuentra en la parte delantera del cuello, una hipótesis no demasiado descabellada, puesto que, el 10% de la población de España tiene algún tipo de disfunción tiroidea; o dicho de otra forma: a más de 4, 5 millones de personas en nuestro país les funciona mal la tiroides.