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Esta dieta es aún más sana que la mediterránea, según la ciencia
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Esta dieta es aún más sana que la mediterránea, según la ciencia

Se la conoce como 'med verde' y contiene más materia vegetal y mankai (lenteja del agua) que nuestra versión tradicional. Reduce aún más carne roja y de ave, y promulga el ejercicio físico

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La dieta mediterránea, rica en alimentos de origen vegetal, está relacionada con un menor riesgo de enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y diabetes, y actualmente constituye la columna vertebral de las pautas dietéticas para evitar la enfermedad coronaria. Pero aún se puede mejorar más, tal y como demuestra un estudio publicado en 'Heart'.

"La lenteja del agua posee hasta 9 aminoácidos esenciales para el correcto funcionamiento del organismo y seis aminoácidos condicionales"


La clave de la bautizada como dieta verde mediterránea ('med verde') reside en que contiene incluso más materia vegetal y muy poca carne roja o aves, así como mucho más té verde y mankai, la famosa lenteja de agua. Y se cree que es mejor para la salud cardiovascular y metabólica que la versión tradicional, al menos en los hombres.

El poder de los polifenoles

Se piensa que su impacto está relacionado con una mayor ingesta dietética de polifenoles, grasas y fibra 'saludables', además de una menor ingesta de proteínas animales. En este sentido, la lenteja del agua, una variante de alga, ya ha protagonizado varios estudios. Procede de Israel, aunque también se cultiva en otros países, en un entorno cerrado.

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Los motivos de que se la empiece a considerar como superalimento y que la comunidad científica la mire con tan buenos ojos es por su composición. Posee hasta nueve aminoácidos esenciales para el correcto funcionamiento del organismo y seis aminoácidos condicionales. Es más, el 45% de su materia seca equivale al mismo porcentaje de proteínas que poseen los huevos. Y se suma además que es rica en polifenoles, fibra, hierro, zinc, vitaminas A, B y B12, como documenta un estudio publicado en 'Clinical Nutrition Journal'.

El té verde

Por su parte, varios trabajos epidemiológicos, clínicos y experimentales han logrado establecer una correlación positiva entre el consumo de té verde y la salud cardiovascular. Las catequinas, los principales compuestos polifenólicos de esta bebida, ejercen efectos protectores vasculares a través de múltiples mecanismos, incluidos los efectos antioxidantes, antihipertensivos, antiinflamatorios, antiproliferativos, antitrombogénicos y reductores de lípidos.

Pruebas reales

En el ensayo, los investigadores querían averiguar si una versión más ecológica de esta dieta, más rica en fuentes de alimentos de plantas verdes e incluso más baja en la ingesta de carne roja, podría ser incluso mejor para la salud. Asignaron al azar a 294 personas sedentarias y moderadamente obesas (IMC de 31) con una edad promedio de 51 en tres grupos dietéticos.

El primero recibió orientación sobre el impulso de la actividad física y pautas básicas para lograr una dieta saludable.

Al segundo se le dio la misma orientación sobre actividad física, además de consejos sobre cómo seguir una dieta mediterránea tradicional restringida en calorías (1.500-1.800 kcal al día para hombres y 1.200-1.400 kcal al día para mujeres). Esta era baja en carbohidratos simples, rica en vegetales, con aves y pescado reemplazando la carne roja. Incluía 28 g al día de nueces.

El tercer grupo tuvo orientación sobre actividad física, además de consejos sobre cómo seguir una versión verde similar con restricción calórica de la dieta mediterránea ('med verde'). Esto incluyó 28 g/día de nueces, evitar la carne roja/procesada y mayores cantidades de materia vegetal. También llevaba 3-4 tazas al día de té verde y 100 g de cubos congelados de Wolffia globosa (variedad mankai cultivada), una forma rica en proteínas de la lenteja de agua de la planta acuática, tomada como un batido de proteínas a base de plantas verdes como un sustituto parcial de proteína animal.

Pasado medio año

A los seis meses se evaluó el efecto de cada una de las dietas sobre la pérdida de peso y sobre los factores de riesgo cardiovascular y metabólico. Los que siguieron ambos tipos de dieta mediterránea perdieron más peso: 'med verde' 6,2 kg, mediterránea 5,4 kg, dieta saludable 1,5 kg.

La circunferencia de la cintura, un indicador de una protuberancia del abdomen potencialmente dañina, se redujo en un promedio de 8,6 cm entre los que seguían la dieta 'med verde', en comparación con los 6,8 cm entre los que hicieron la dieta mediterránea y los 4,3 cm entre los adscritos a la dieta saludable.

El grupo de la dieta 'med verde' logró mayores caídas en el colesterol de baja densidad 'malo', de 6,1 mg/dl, una reducción de casi el 4%. Las cifras equivalentes fueron 2,3 mg/dl (casi el 1%) para los del grupo de dieta mediterránea y 0,2 mg/dl para los del grupo de dieta saludable.

Factores de riesgo

De manera similar, otros factores de riesgo cardiovascular y metabólico mejoraron más entre los que siguieron la dieta 'med verde', incluidas las caídas en la presión arterial diastólica, la resistencia a la insulina y un marcador importante de inflamación, la proteína C reactiva, que tiene un papel clave en el endurecimiento de las arterias. La proporción de colesterol 'bueno' también aumentó.

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Estos cambios dieron como resultado una caída sustancial de casi el doble en el puntaje de riesgo de Framingham a 10 años, un cálculo utilizado para predecir la probabilidad de una enfermedad cardiaca grave durante la próxima década.

Los investigadores advierten que su muestra incluyó solo 35 mujeres, no pudieron identificar los factores específicos en la dieta 'med verde' responsables de los efectos observados.

Pero documentan: "La educación y el estímulo para seguir un patrón dietético 'med verde', junto con la actividad física, tiene el potencial de ser un importante contribuyente a la salud pública, ya que puede mejorar el equilibrio de los factores de riesgo cardiovascular, previniendo eventualmente la morbilidad y la mortalidad cardiovascular".

Y concluyen: "Nuestros hallazgos sugieren que la restricción adicional de la ingesta de carne con un aumento paralelo de alimentos ricos en proteínas de origen vegetal puede beneficiar aún más el estado cardiometabólico y reducir el riesgo cardiovascular, más allá de los efectos beneficiosos conocidos de la dieta mediterránea tradicional".

La dieta mediterránea, rica en alimentos de origen vegetal, está relacionada con un menor riesgo de enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y diabetes, y actualmente constituye la columna vertebral de las pautas dietéticas para evitar la enfermedad coronaria. Pero aún se puede mejorar más, tal y como demuestra un estudio publicado en 'Heart'.

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