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Esto es lo que ocurre cuando enseñas a los niños a cocinar
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Esto es lo que ocurre cuando enseñas a los niños a cocinar

Numerosos estudios defienden las ventajas de involucrarlos en las tareas culinarias. Pueden pesar o medir ingredientes, lavar las frutas y las verduras o dictar la receta

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Hasta hace solo unos años, los niños y la cocina eran dos factores que no congeniaban en absoluto; ver a los más pequeños de la casa frente a los fogones resultaba extraño y peligroso. Cortes, quemaduras, desorden, suciedad… Los riesgos parecían infinitos. Sin embargo, con la llegada a la televisión de ciertos programas basados en dicha temática, los niños han empezado a ver la gastronomía como un hobby más, perfectamente compatible con los pasatiempos propios de su edad.

Este hábito además está acompañado de múltiples ventajas para su desarrollo personal y cognitivo, según han demostrado numerosos estudios en la materia. Razón de más por la que infinidad de escuelas de cocina ya han incluido en su oferta cursos pensados para padres e hijos. Solo hay que elegir la receta adecuada y dejar que se conviertan en pinches de cocina dignos de admiración.

Tareas divertidas

Antes de enumerar los muchos beneficios de involucrar a los niños en las tareas culinarias de la casa, es importante recordar que no existe una edad ideal para que comiencen con el aprendizaje. Son muchas las labores que se pueden desarrollar en la cocina sin el menor peligro como, por ejemplo, romper la cáscara de los huevos, mezclar los ingredientes, dictar la receta, pesar o medir los alimentos, aliñar la ensalada o decorar el plato, entre otras.

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"Es bueno que desde bebés estén en contacto con frutas y verduras frescas, con la comida en general, que jueguen con ella, que la manipulen, la aplasten, se manchen… Comer es algo que hacemos tres o cuatro veces al día ¡durante toda la vida! Sin embargo, nadie nos enseña a cocinar a no ser que aprendamos por nuestra cuenta… ¡No tiene sentido! En nuestra opinión, cuanto antes empiecen a cocinar, mejor", aconseja Paloma Montón, propietaria de La Cocinita de Chamberí, en el portal especializado El Bebé.

Además, los expertos recomiendan enseñarles previamente tres conceptos básicos que deberán poner en práctica durante el cocinado: indicarles qué tareas pueden ser peligrosas y cuáles pueden hacer solos, la importancia de la higiene e ir limpiando los utensilios y las superficies que vayan utilizando. Sin olvidar que se trata de una excusa para pasar un rato divertido en compañía de los más pequeños de la casa. Por ello, ármate de paciencia y disfruta del momento. Bajo esta premisa, ¿qué beneficios acompañan a dicho hábito?

Por qué deben aprender a cocinar

  • Más saludables. Un estudio reciente elaborado por el Centro de Investigación de Nestlé asegura que los niños que preparan su propia comida consumen más cantidad de verduras que aquellos a los que simplemente les sirven su ración correspondiente. "Los resultados sugieren que la participación de niños en la preparación de alimentos puede ayudar a desarrollar hábitos alimentarios saludables y aumentar el consumo de vegetales", sentencia la doctora Klazine Van Der Horst, nutricionista y cabeza del estudio.
  • Confianza en sí mismos. Cocinar ayuda a los más pequeños a sentirse responsables y útiles en casa, participando en una tarea que desemboca en un bien común. Por lo tanto, “esta actividad eleva la autoestima de los pequeños, que disfrutan enormemente saboreando lo que ellos mismos han preparado”, explican desde el portal Crecer Feliz.
  • Favorece la comunicación. Muchos padres destacan la falta de comunicación que padecen con sus vástagos, inmersos en sus propias vivencias. No obstante, este hábito mejora la relación entre ambos, pues les obliga a mantener una conversación, razonar, aprender a escuchar, aceptar otros criterios…
  • Positivismo. Otro estudio realizado por el Centro de Investigación Nestlé reveló que los niños que habían participado en las labores de cocina se mostraban más orgullosos y satisfechos con el trabajo bien hecho. Motivando así un esfuerzo adicional, basado en el positivismo, la confianza y la creatividad.

Los niños se sentirán con la capacidad suficiente para desarrollar sus propias tareas, promoviendo así su autonomía

  • Nuevos alimentos. “Muchos expertos dicen que los niños son más propensos a probar nuevos alimentos si echan la mano en la preparación. Incluso hasta los más quisquillosos se sentirán bien acerca de los alimentos que preparan y querrán probar todas y cada una de sus obras maestras”, explican desde la plataforma El Mejor Nido, de Nestlé.
  • Autonomía. Tras ayudar durante unos meses en la cocina, los niños se sentirán con la capacidad suficiente como para desarrollar sus propias tareas como, por ejemplo, llevar los platos sucios al fregadero, echarse azúcar en la leche, poner la mesa o pelar un plátano. Costumbres que favorecen su autonomía y dejan de lado el sentimiento de dependencia de los niños.
  • Conocimiento. Como si de una clase del colegio se tratara, los pequeños de la casa aprenderán también mientras cocinan. Tal y como defienden desde El Mejor Nido, les ayuda a conocer nuevas palabras y su significado, familiarizarse con las unidades de medida, experimentar con los diferentes sabores, ingredientes y métodos de cocción, además de descubrir el origen y la historia de cada plato e ingrediente utilizado.

Hasta hace solo unos años, los niños y la cocina eran dos factores que no congeniaban en absoluto; ver a los más pequeños de la casa frente a los fogones resultaba extraño y peligroso. Cortes, quemaduras, desorden, suciedad… Los riesgos parecían infinitos. Sin embargo, con la llegada a la televisión de ciertos programas basados en dicha temática, los niños han empezado a ver la gastronomía como un hobby más, perfectamente compatible con los pasatiempos propios de su edad.

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