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¿Puede la alimentación ayudarnos a prevenir un golpe de calor?
  1. Bienestar
HAY COMIDAS RECOMENDABLES Y OTRAS NO

¿Puede la alimentación ayudarnos a prevenir un golpe de calor?

Desde los picantes hasta las infusiones calientes para regular la temperatura. Los productos para prevenir un golpe de calor no solo son gazpachos o zumos (que también). Hay muchos más

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Se denomina golpe de calor o hipertermia al estado en el que el cuerpo sobrepasa los 40ºC de temperatura. Entre los síntomas que pueden aparecer para avisarnos de este problema de salud se encuentran los delirios, las náuseas o los dolores de cabeza, y sus consecuencias pueden llegar a ser mortales. Los niños y ancianos son los grupos de riesgo más destacados, pero también puede ocurrirle a cualquier otra persona, ya sea por un sobreesfuerzo físico o por una exposición a temperaturas muy elevadas. Por tanto, el verano suele ser la época en la que más predisposición tenemos de sufrir un golpe de calor, especialmente si no sabemos hidratarnos bien.

Conocer cómo podemos conseguir ayuda gracias a la alimentación y, sobre todo, lograr una buena hidratación pueden ser cruciales para evitarlo y cuidar nuestra salud.

Alimentos para evitar un golpe de calor

Lo primero que podemos pensar cuando queremos evitar un golpe de calor es ir acompañados siempre por un botellín de agua, para poder beber continuamente y a sorbitos. Y es cierto que esto es imprescindible, pero no es el único gesto que podemos hacer. La clave está en la hidratación a todos los niveles.

Aunque no sean muy comunes, las infusiones calientes mejoran la regulación de la temperatura corporal

Los líquidos son fundamentales para la hidratación del organismo. El agua debería ser nuestra principal fuente de hidratación, aunque no la única. El agua ayuda a evitar el dolor de cabeza, aliviar el estreñimiento, mejorar las digestiones o regular la temperatura del cuerpo, todo ello puede influir a la hora de tener una mayor predisposición a sufrir un golpe de calor.

Otras bebidas que puedes tomar para hidratarte bien son los batidos y zumos caseros. La clave está en hacerlos con frutas o verduras para recibir un aporte de vitaminas y antioxidantes. Lo ideal sería elegir los componentes de nuestros batidos o zumos caseros en función de los beneficios que queramos obtener. Por ejemplo, si queremos potenciar el bronceado o cuidar la vista nos vendrá muy bien un zumo de zanahoria; si buscamos aumentar nuestras defensas, podemos optar por el zumo de naranja, o si nuestro interés se centra en favorecer la recuperación muscular después del ejercicio, podemos elegir el batido de plátano.

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Debemos recordar que tampoco es conveniente abusar ya que, aunque los zumos y batidos caseros estén formados a base de frutas en la mayoría de los casos, el contenido en azúcares se dispara a la vez que se reduce el de la fibra, por lo que siempre que podamos deberíamos elegir tomar la pieza de fruta entera, sin ningún tipo de procesado.

Opta por bebidas ligeras, combinadas con agua o leche desnatada, para hidratarnos sin provocar digestiones pesadas. El tema de las digestiones es muy importante para evitar los golpes de calor. El estómago tiene mucho que decir en este sentido y es que una digestión pesada está provocada por una comida copiosa y rica en grasas.

Alimentos ricos en agua

En los días de más calor, si vamos a hacer una actividad al aire libre en las horas más delicadas del día o si empezamos a notar los efectos de un posible golpe de calor, lo mejor es que optemos por alimentos ricos en agua. Estos también nos darán la hidratación que necesitamos. Por ejemplo, son alimentos muy adecuados en agua el pepino (95,7% de agua), la sandía (94,6%), el apio (94,4%), el tomate (93,9%) o la espinaca (90,7%).

Un truco también es consumir alimentos picantes. No solo porque nos hacen beber de forma natural mucho líquido junto con las comidas, para contrarrestar el picor, sino porque también influyen en los procesos de regulación de la temperatura y nos hacen sudar más gracias a la estimulación de los termosensores de la boca.

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Como curiosidad, lo que poca gente sabe es que las infusiones calientes también son beneficiosas para evitar un golpe de calor. Para mantener el equilibrio térmico y favorecer la evaporación del sudor, las infusiones calientes (por ejemplo, la de menta o té verde) son muy recomendables. No confundir con tomar comidas calientes (como legumbres o similares), ya que la clave está en que las infusiones se digieren rápidamente y la comida no.

Alimentos y golpe de calor

Los alimentos en sí no provocan un golpe de calor, pero sí pueden acelerar sus síntomas y su aparición. Por ejemplo, debemos evitar aquellos que provocan una mayor retención de líquidos, como el café, o los que tienen un alto contenido en sal.

Del mismo modo que se recomiendan las infusiones calientes (sin abusar), también se desaconsejan las bebidas muy frías tomadas de un solo golpe. El cuerpo lo va a interpretar como un descenso brusco de temperatura y va a provocar la activación de ciertos mecanismos para su regulación. Buscará elevar de nuevo la temperatura corporal, con el consiguiente esfuerzo y contraindicación si lo que queremos es precisamente evitar el golpe de calor. Si nos apetece una bebida muy fría, lo ideal es tomarla poco a poco para ayudar al cuerpo a no sentir este contraste extremo de temperaturas.

Como ya hemos comentado, los que son ricos en grasas saturadas tampoco benefician ya que provocan digestiones pesadas. Por ejemplo, las diferentes carnes que se suelen utilizar para las barbacoas, aunque son muy veraniegas, no representan un hábito saludable. Estas aceleran la termogénesis (proceso mediante el cual el cuerpo humano genera calor) y dificultan la digestión por su alto contenido en proteínas.

Por último, las bebidas alcohólicas son otros de los enemigos del verano. No pasa nada por tomar una caña, pero si consumimos más cerveza que comida tenemos en el plato o hacemos de las copas el postre, podemos caer en la deshidratación, además de perjudicar el sistema defensivo o empeorar la circulación.

Se denomina golpe de calor o hipertermia al estado en el que el cuerpo sobrepasa los 40ºC de temperatura. Entre los síntomas que pueden aparecer para avisarnos de este problema de salud se encuentran los delirios, las náuseas o los dolores de cabeza, y sus consecuencias pueden llegar a ser mortales. Los niños y ancianos son los grupos de riesgo más destacados, pero también puede ocurrirle a cualquier otra persona, ya sea por un sobreesfuerzo físico o por una exposición a temperaturas muy elevadas. Por tanto, el verano suele ser la época en la que más predisposición tenemos de sufrir un golpe de calor, especialmente si no sabemos hidratarnos bien.

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