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IA y digitalización de los sistemas de información: aliados imprescindibles en la mejora de la asistencia en cardiología
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Lo que consigamos depende de nosotros

IA y digitalización de los sistemas de información: aliados imprescindibles en la mejora de la asistencia en cardiología

En pleno debate sobre la inteligencia artificial, el congreso de la Sociedad Europea de Imagen Cardiovascular apostó por una nueva categoría de premio denominada Digital Health and Artificial Intelligence in Cardiac Imaging Award

Foto: Ilustración: iStock.
Ilustración: iStock.

La semana pasada se celebró en Barcelona el congreso de la Sociedad Europea de Imagen Cardiovascular (EACVI: European Association of Cardiovascular Imaging). Cardiólogos de todo el mundo presentaron sus avances sobre imagen cardiovascular aplicada a las principales patologías cardiovasculares, como la insuficiencia cardiaca, las enfermedades de las válvulas (valvulopatías) o de las arterias coronarias (cardiopatía isquémica).

En pleno debate global sobre la inteligencia artificial (IA), de cómo debemos regular su uso y adaptarnos a los cambios drásticos que nos esperan en todos los aspectos de nuestra sociedad, incluida la política, la educación o el arte, el congreso apostó por una nueva categoría de premio denominada Digital Health and Artificial Intelligence in Cardiac Imaging Award. Sin duda, es un reflejo de la rápida evolución de la IA y de la digitalización en el sistema de salud.

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Como finalistas, tres de los trabajos estaban enfocados en la aplicación de IA en la mejora de las técnicas de imagen cardiovascular y otro mostraba el impacto de esta tecnología y del manejo de la información en la vida del paciente, en lo que han acordado en denominar "patient journey". Para entender qué significa para el común de los mortales el alcance de estos trabajos y su implicación en el día a día de los profesionales y de los pacientes, merece la pena resumir dos de ellos.

Medición del corazón por oncólogos

El primero fue presentado por la ganadora del premio, la Dra. Stella-Lida Papadopoulou (Grecia). El proyecto está enfocado en la utilización de la IA para medir de forma automática la función del corazón por parte no de los cardiólogos, sino por los oncólogos en contacto con los pacientes sometidos a quimioterapia. Así, intenta dar solución a un problema creciente en el ámbito de la cardiología, al tener que realizar una gran cantidad de pruebas de imagen, fundamentalmente ecocardiografía, para comprobar que el tratamiento con quimioterapia no daña el corazón.

De esta forma, el estudio demuestra cómo la IA es capaz de guiar al propio oncólogo en la adquisición e interpretación de las imágenes del corazón de una forma sencilla, para que el cardiólogo pueda revisarlas posteriormente. Gracias a ello se agiliza la asistencia y se fomenta el trabajo en equipo entre especialidades en beneficio del paciente. Ahora, solo el futuro y el avance en IA dirá si este último paso, en el que el cardiólogo revisa como experto las imágenes del corazón, es necesario o no.

Un nuevo enfoque para organizar todos los datos

El segundo trabajo, con el que tuve la oportunidad de representar al servicio de cardiología del Hospital 12 de Octubre de Madrid, refleja un enfoque diferente: dando por hecho que la IA ya está participando en la vida diaria del cardiólogo, este estudio lanza la pregunta de cómo podríamos organizar la tremenda cantidad de datos que se está generando. También, cómo podemos conseguir conectar la información de las diferentes técnicas a las que se somete un paciente para que tenga un impacto real en sus vidas.

Para cumplir el objetivo se utilizó el sistema de gestión de imágenes del servicio de cardiología de dicho hospital (Philips IntelliSpace Cardiovascular), probablemente el sistema más potente que existe en la actualidad en el ámbito de la cardiología. Se comparó la eficiencia y calidad diagnóstica antes y después de implantar el sistema, que cuenta con herramientas de IA y automatización en el análisis de parámetros e informes que realiza el cardiólogo. El estudio demostró que, al introducir este sistema, la calidad de los informes mejora (reflejado por el aumento de parámetros que se utilizan para hacer un diagnóstico) y el tiempo de espera del paciente por el informe se reduce más de un 30%.

placeholder Ilustración: iStock.
Ilustración: iStock.

En este sentido, una de las implicaciones es la liberación de tiempo del cardiólogo para dedicarlo al propio paciente o, por ejemplo, intentar desarrollar proyectos de investigación. Como punto clave, también se analizó el impacto positivo de la entrada de otros profesionales en el ámbito de la imagen cardiaca, tan necesario como los técnicos en ecocardiografía.

Es la primera vez que somos capaces, gracias a la tecnología, de medir todo aquello que queremos mejorar para planificar el futuro a medio-largo plazo en una unidad de imagen cardiaca. Esta filosofía, propia del servicio de cardiología del Hospital 12 Octubre, le permitió adaptar el manejo de información, profesionales y la realización de pruebas durante los diferentes picos de la pandemia de la covid.

La IA en la actualidad y los retos que se presentan

Al reflexionar sobre estos resultados, nos damos cuenta además de que la IA forma ya parte de la práctica diaria de la cardiología. Lo que consigamos de esta tecnología depende de nosotros mismos, de las preguntas que nos hagamos y del compromiso y ganas que tengamos de mejorar nuestro entorno y la vida de nuestros pacientes. Es cierto que nos enfrentamos a una época de cambios inéditos con la inteligencia artificial, por eso debemos tenerle respeto, pero nunca miedo.

Para conseguir que la tecnología esté al servicio del profesional, y no al revés, tenemos el reto de manejar la información de una forma rápida y flexible, para evitar ser engullidos por los datos que genera. Por este motivo, la IA en el ámbito de la medicina, incluida la cardiología, necesita de los sistemas de gestión para coordinar, medir, evaluar y mejorar nuestra actividad clínica. Si tenemos al paciente en el centro de nuestros pensamientos, la tecnología que nos espera a la vuelta de la esquina va a salvar muchas vidas, solo tenemos que estar a la altura.

El Dr. Jorge Solís es cardiólogo, coordinador de la Unidad de Imagen Cardiaca y Unidad de Valvulopatías del Hospital Universitario 12 octubre y socio fundador de Atria Clinic. Se ha especializado en valvulopatías e Imagen Cardiaca en EEUU, primero durante un año en Montana con el prestigioso cirujano cardiaco Carlos Duran y, posteriormente, en la Unidad de Imagen Cardiaca del Massachusetts General Hospital (Boston, Harvard Medical School) durante cuatro años. Sus líneas de investigación son las valvulopatías, incluido el prolapso valvular mitral y estenosis aórtica. Fue finalista como Young Investigator por la Sociedad Americana de Ecocardiografía (ASE) y la Sociedad Americana del Corazón (AHA). Pertenece a la red de investigación Ciber-CV.

La semana pasada se celebró en Barcelona el congreso de la Sociedad Europea de Imagen Cardiovascular (EACVI: European Association of Cardiovascular Imaging). Cardiólogos de todo el mundo presentaron sus avances sobre imagen cardiovascular aplicada a las principales patologías cardiovasculares, como la insuficiencia cardiaca, las enfermedades de las válvulas (valvulopatías) o de las arterias coronarias (cardiopatía isquémica).

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