Todo lo que se puede cocinar con higos
Los higos y las brevas son unas de las frutas reinas del verano. Pero ¿sabemos por qué resultan tan beneficiosas para nuestra salud? ¿Y el mundo de recetas que nos abren?
Las brevas y los higos nos regalan su sabor durante los meses del estío. Pero ¿sabías que en realidad te estás comiendo una flor? En concreto, las flores de la higuera crecen dentro de una vaina en forma de pera (conocido como sicono) que al madurar se convierte en la fruta que conocemos. Lo cierto es que desde antiguo existe una gran predilección por este fruto, pues existen evidencias arqueobotánicas que demuestran que la higuera fue el primer árbol frutal cultivado por el ser humano hace 14.000 años, en el valle del Jordán.
Y eso que todavía no estaban al tanto de sus bondades. De hecho, su consumo sirve para hacer una puesta a punto a nuestra salud gracias a su excelente aporte nutricional pues rebosan de propiedades antioxidantes, regulan el sistema nervioso, ejercen de suave laxante (vital durante los ritmos acelerados consustanciales al verano) y nos ayudan a mantener la salud en huesos, cabello, piel y mucosas gracias a la provitamina A. También encontramos un regimiento de vitaminas como la C, E, B1, B2, B3, B5, B6, B12.
Es perfecto para quienes padecen fatiga crónica pues contiene ácido málico que rebaja el dolor muscular
Según explican en la web Freshplaza, los compuestos nutricionales y bioactivos del higo aumentan a lo largo de la maduración. A esto hay que añadir que “no todas las variedades son iguales, pues las de color oscuro y pulpa roja, como son Cuello Dama Negro y Colar Elche, son las que presentan un alto contenido en compuestos bioactivos y una elevada actividad antioxidante a diferencia de las variedades verdes”. También es el alimento perfecto para quienes padecen fatiga crónica pues contiene ácido málico que ayuda a rebajar la intensidad del dolor muscular propio de la fibromialgia.
Hay que saber, eso sí, que las brevas son más tempraneras, pues se cosechan durante junio y julio y quizás a esas llegues un poco tarde. Pero no te preocupes porque sus hermanos los higos empiezan a deleitarnos en agosto y su recogida se extiende hasta octubre. Tienes tiempo de sobra para hartarte a ellas.
¿Un café de higo?
En definitiva, estas frutas tan veraniegas exhiben razones más que contundentes para que nos animemos a consumirlas. Además, no nos aburriremos con ellas, pues existen variadas maneras de prepararlas: higos desecados, higos en conserva, higos confitados e incluso existe el café de higo.
En realidad el higo no es una fruta sino una flor que al madurar se convierte en un sabroso manjar del verano
Esto último no es una extravagancia pues esta infusión presenta un sabor con ciertas connotaciones a café, aunque también se evidencia en el paladar el sabor a higo. En realidad consiste en higos negros que posteriormente son secados al sol, torrados a leña y molidos. Quienes se decantan por el café de higo evitan la cafeína al tiempo que reducen su colesterol y favorecen la digestión. Además, al igual que el café, marida excelentemente con la leche. Podemos acompañarlo con hielos o tomarlo solo.
Otras maneras de disfrutar de los higos
Según datos del Ministerio de Agricultura, Extremadura es la región con mayor superficie cultivada de higueras, unas 5.100 hectáreas, y una producción media de 6.000 toneladas. No en vano, nuestro país es el mayor productor de higos de Europa con 23.285 toneladas aproximadamente; es decir, concentra el 25% de la producción europea y el 3% de la producción mundial.
Y estos datos tienen su reflejo en nuestra cocina, donde podemos encontrar gran diversidad de recetas que apuestan por el higo y las brevas. Aquí, una pequeña representación de toda esa sabiduría culinaria:
Ensalada de brevas (o higos)
En plena canícula, seguro que agradecemos este plato fresco, sabroso y nutritivo que tiene todo lo necesario para que nos enamoremos de él:
Ingredientes
- 2 brevas (o higos)
- 100 gramos de queso de rulo de cabra
- 6 tomates cherry
- 1 cucharada de miel
- Media cebolleta
- 40 gramos de nueces
- Una mezcla de lechugas o verduras de hoja verde escarola, hoja de roble o rúcula, entre otras.
- Vinagre balsámico de Módena
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
- Cebollino
Preparación. En primer lugar troceamos las brevas y las introducimos en el horno a 200 ºC durante 8 minutos. Después cortamos los tomate cherry en cuartos y los salteamos con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal y pimienta. A continuación troceamos las nueces y desmigamos el queso de cabra.
Posteriormente prepararemos una base de mezcla de lechugas y la cebolleta cortada en juliana en una fuente. Incorporaremos el queso desmenuzado, las nueces y los tomates cherry salteados. Encima colocaremos las brevas asadas. También es preciso preparar una vinagreta con la miel mezclada con vinagre balsámico de Módena, aceite de oliva y sal. Con el resultado aderezamos la ensalada que también espolvorearemos con cebollino picado.
Y que no falten los higos confitados…
Ingredientes
- 1 kg de higos que no estén maduros
- 1 litro de agua
- 500 gramos de azúcar moreno
- 1 rama de canela
- 1 trozo de corteza de naranja
Preparación. Es importante asegurarnos la esterilización de los tarros en agua hirviendo. Una vez hecho esto, en un olla ponemos a hervir el litro de agua y preparamos un recipiente con agua fría y hielo. Cuando el agua rompa a hervir, echamos los higos con cuidado durante un minuto. Los sacamos del agua hirviendo y los sumergimos en el cuenco donde tenemos preparada el agua con hielo. Esto lo haremos durante otro minuto. Los sacamos y los colocamos sobre un paño limpio y los secaremos con sumo cuidado para evitar su rotura.
Al agua hirviendo le añadimos azúcar, la canela en rama y la corteza de limón. Es preciso que hierva unos 10 minutos aproximadamente. Después incorporamos los higos en la olla cuidando de que los rabos queden hacia arriba. Los dejamos hervir durante dos horas a fuego lento con la olla destapada. Pasado este tiempo, apagamos y esperamos a que se enfríe.
Una vez fríos, los introducimos en los tarros y los cubrimos con almíbar. De nuevo a la olla para someterlos al baño maría durante 15 minutos. Concluido todo el proceso, colocaremos los tarros boca abajo durante una semana, pues así sellarán mejor. Debemos tener especial cuidado de que no haya luz ni humedades que puedan malograr la conserva.
Las brevas y los higos nos regalan su sabor durante los meses del estío. Pero ¿sabías que en realidad te estás comiendo una flor? En concreto, las flores de la higuera crecen dentro de una vaina en forma de pera (conocido como sicono) que al madurar se convierte en la fruta que conocemos. Lo cierto es que desde antiguo existe una gran predilección por este fruto, pues existen evidencias arqueobotánicas que demuestran que la higuera fue el primer árbol frutal cultivado por el ser humano hace 14.000 años, en el valle del Jordán.
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