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Hallan una nueva clave para la prevención de la obesidad infantil
  1. Nutrición
El gasto energético importa

Hallan una nueva clave para la prevención de la obesidad infantil

Estos hallazgos ofrecen una nueva visión que relativiza la importancia de la dieta frente al gasto energético

Foto: Foto: Unsplash/@element5digital.
Foto: Unsplash/@element5digital.

Si la obesidad es la epidemia del siglo XXI, la obesidad infantil es una lacra. Al hilo de los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, 41 millones de niños menores de cinco años y más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) tenían sobrepeso o eran obesos en el año 2019. Y alertan: “Si se mantienen las tendencias actuales, la previsión es llegar a los 70 millones de menores de cinco años con sobrepeso u obesidad en 2025”.

En cuanto a los datos en España, según los resultados del Informe Aladino 2019, presentado el pasado mes de septiembre de 2020 por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, el 23,2% de niños y niñas de familias con rentas inferiores a 18.000 euros brutos anuales sufría obesidad. La cifra cae al 11,9% en el caso de familias con rentas superiores a 30.000 euros.

"Un 88,6% de los padres de niños con exceso de peso no percibe el problema"


En total, un 58,5% de escolares se sitúa en valores de normopeso, mientras que el 0,9% sufre delgadez y el 40,6% tiene exceso de peso. De los niños y niñas que padecen esto último, el 23,3% está en niveles de sobrepeso y el 17,3% sufre obesidad. Unas cifras aterradoras.

Aunque de este informe se desprenden otras conclusiones reveladoras como el hecho de que los progenitores de los menores con kilos de más no perciben el problema y frecuentemente consideran su peso como normal o como ligero sobrepeso. Esto se traduce en un 88,6% de los padres, cifra que se sitúa en un 42,7% cuando se trata de obesidad y en el 19,1% cuando es obesidad severa.

El cambio de dieta, una de las claves

placeholder Foto: Unsplash/@sebastiengoldberg.
Foto: Unsplash/@sebastiengoldberg.


Un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad de Baylor y publicado en 'The Journal of Nutrition' ofrece una perspectiva diferente de los factores que influyen en la obesidad infantil y relativiza la importancia de la dieta frente al gasto energético como factor clave en el aumento de la obesidad. Para llegar a las conclusiones, los investigadores analizaron la grasa corporal de los niños indígenas del Amazonas.

En este estudio, se sugiere que el gasto energético diario en la infancia no disminuye con la integración del mercado y no está relacionado con la adiposidad en la Amazonia. Es decir, que la variación de alimentos (con la introducción de los mercados) está relacionada con la grasa corporal de los niños del Amazonas, pero no con el total de las calorías que se queman a diario.

"Los niños periurbanos gastan 108 calorías diarias menos que los rurales en reposo"


"Mostramos que los niños relativamente delgados, que son forrajero-hortícolas rurales del Amazonas gastan aproximadamente el mismo número total de calorías al día que sus homólogos periurbanos mucho más gordos, e incluso el mismo número de calorías cada día que los niños que viven en los Estados Unidos industrializados", afirma el doctor Samuel Urlacher, profesor adjunto de antropología en la Universidad de Baylor y autor principal de la investigación.

En este sentido, se ha descubierto que la variación en la actividad física y la actividad inmunológica no impactan en el gasto energético diario de los niños que se han estudiado, demostrando así que los que habitan en la Amazonia que comen más alimentos de alto valor calórico en el mercado, pero no los que gastan menos calorías cada día, tienen más grasa corporal.

Por lo que es el cambio de dieta el factor dominante en el aumento de la obesidad infantil, sobre todo en las sociedades que tienen un alto desarrollo industrial. "Pocos estudios previos han medido realmente el gasto energético de los niños en estos entornos para identificar la causa del desequilibrio energético", dijo Urlacher.

La obesidad urbana vs. rural

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Foto: Unsplash/@franki.


Este estudio llegó a algunas conclusiones que diferenciaban a los niños que habían crecido en ciudades y a los que lo habían hecho en entornos rurales:

  • Los niños periurbanos tienen un promedio de un 65% más de grasa corporal que los niños rurales, y más de un tercio están clasificados como con sobrepeso en comparación con los otros que no tienen nada.
  • Comen más de cuatro veces más productos adquiridos en el mercado que los niños rurales.
  • Los niños periurbanos y rurales tienen niveles similares de actividad física.
  • Gastan 108 calorías diarias menos que los niños rurales en reposo. Esto se relaciona en parte con niveles de actividad inmunológica entre el 16 y el 47% más bajos.
  • Las medidas de integración del mercado, la actividad inmunológica y la actividad física no tienen un impacto detectable en el gasto energético general de los niños, ya que los periurbanos y rurales gastan aproximadamente el mismo número de calorías.
  • La variación en el consumo de los alimentos del mercado, pero no en el gasto energético diario, está relacionada con la grasa corporal de los niños.

Una crisis a nivel mundial

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Foto: Unsplash.


Como hemos explicado anteriormente en Alimente, el problema de la obesidad y sobrepeso infantil radica en que los niños que la sufren suelen seguir haciéndolo en la edad adulta, por lo que hablamos de una crisis sanitaria a nivel mundial.

Además, estos adultos tienen una esperanza de vida más corta y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles, como la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiacas, ya que cuanto más dura la obesidad, más riesgo de padecer enfermedades existe. Sumándole a esto los problemas psicológicos que se derivan y el insomnio.

Por este motivo, los expertos hablan de la importancia de la prevención. Por su parte, el autor del estudio insiste en que "la obesidad infantil es un problema complejo que debe ser abordado en muchos niveles diferentes, que van desde el biológico hasta el ambiental, económico, social y político".

Si la obesidad es la epidemia del siglo XXI, la obesidad infantil es una lacra. Al hilo de los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, 41 millones de niños menores de cinco años y más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) tenían sobrepeso o eran obesos en el año 2019. Y alertan: “Si se mantienen las tendencias actuales, la previsión es llegar a los 70 millones de menores de cinco años con sobrepeso u obesidad en 2025”.

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