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El nutricionista que cayó en "las garras del 'fitness" y ahora quiere que abandones el concepto "dañino" de dieta
  1. Nutrición
Entrevista a Marcos Bodoque

El nutricionista que cayó en "las garras del 'fitness" y ahora quiere que abandones el concepto "dañino" de dieta

Charlamos con el especialista sobre cómo le atrapó el 'fitness', el peligroso término 'dieta', algunos alimentos que tenemos conceptuados como saludables (pero no lo son) y qué es la 'alimentación consciente' por la que aboga

Foto: Marcos Bodoque. (Cedida)
Marcos Bodoque. (Cedida)

Las redes sociales son la puerta de entrada para mucha gente a una aparente vida sana. Especialmente los más jóvenes recurren a cuentas en las que se muestran cuerpos esculturales esculpidos en gimnasios, dietas para adelgazar y un sinfín de trucos para tener una imagen perfecta.

Sin embargo, estas fotografías y vídeos de una supuesta vida sana pueden acabar desencadenando serios problemas para la salud. Si alguien tiene claro el mal que puede hacer el fitness es el nutricionista Marcos Bodoque, que ahora se considera víctima de este y otros conceptos arraigados en el mundo del bienestar.

Charlamos con Bodoque, que acaba de publicar Elige nutrirte (Grijalbo, 2024), sobre cómo le atrapó el fitness, el peligroso término dieta, algunos alimentos que tenemos conceptuados como saludables y qué es la alimentación consciente por la que aboga.

PREGUNTA. Cuentas en el libro que antes creías que el fitness era salud, ¿por qué tuviste este cambio de percepción?

RESPUESTA. Las personas que empiezan a interesarse por cuidarse en lo relacionado con alimentación y entrenamiento suelen tener un primer contacto con la información que llega del sector del fitness o influencers fitness. Generalmente, se trata de culturistas, dedicados en cuerpo y alma al cuidado de su cuerpo a través de un tipo de dieta y entrenamiento específico en el gimnasio.

Yo caí en las garras de ese estilo de vida que te venden, y es de todo menos salud. Te obsesionas por la comida y por el entrenamiento, y además, de una forma que no es la recomendable para el 95% de la población, personas que, como tú y como yo, tenemos vida mucho más allá del cuidado de la salud o nuestra apariencia del espejo.

Esto daña tu salud mental, por un lado, creando una mala relación con la comida y con tu cuerpo, pero, por otro, tampoco es lo óptimo para tener una buena salud física. No necesitamos estar dos horas en el gimnasio cada día entrenando de cierta forma, ni tampoco tenemos que estar haciendo entre cinco y seis comidas cargando con táper o suplementos de proteína en la mochila.

placeholder Portada de 'Elige nutrirte'.
Portada de 'Elige nutrirte'.

P. ¿La palabra dieta ha hecho mucho daño a la salud de la población? ¿Por qué?

R. El concepto de dieta ha hecho mucho daño. Tenemos que abrazar un estilo de vida saludable, aprender a nutrirnos sin necesidad de estar pesando la comida o contabilizando unas kilocalorías en una aplicación del móvil, y conseguir que la alimentación se adapte a nosotros y nuestros horarios, en vez de nosotros a ella. Si aprendes lo que necesita tu cuerpo, se lo das en cada ingesta de forma equilibrada y comes hasta saciarte, tu hambre y saciedad estará bien regulada durante todo el día, y simplemente tendrás que escuchar a tu cuerpo.

El concepto de dieta genera una sensación de esclavitud, de restricción, que hace que las personas constantemente estén buscando escapar de su dieta. No es normal que lleguemos al fin de semana con ansias de comer todo tipo de alimentos no saludables por culpa de sentir que estamos a dieta y restringiéndonos durante la semana.

Será mucho mejor abrazar un estilo de vida saludable, aprender a nutrirnos y darle a nuestro cuerpo lo que necesita al mismo tiempo que disfrutamos de ello. Eso no implica no prescindir la mayor parte del tiempo de aquellos alimentos que nos hacen mal. Sin embargo, cuando llevamos una alimentación consciente, lo hacemos por una libre elección, de buena voluntad y sin sentir restricciones.

P. ¿Crees que la gente es realmente consciente de cuál es el verdadero objetivo de alimentarse?

R. No. Las personas se alimentan simplemente para calmar el hambre, por costumbre o por placer. Y, por lo tanto, no es de extrañar que la alimentación de la mayor parte de la población sea nefasta.

Si comprendemos que necesitamos aportarle a nuestro cuerpo para estar bien nutridos ciertos nutrientes, y aprendemos a identificar en qué alimentos se encuentran, tendremos parte del camino hecho. Y si aparte de esto entendemos cómo los alimentos que elegimos impactan en nuestros niveles de energía y estado emocional, nos será mucho más fácil tomar las decisiones adecuadas: elegir libremente los alimentos que no queremos comer y buscar activamente aquellos que nos hacen bien.

Las personas normalmente comen platos de comida predefinidos, pero no saben qué nutrientes hay en esos platos, y tampoco saben cuáles de ellos son los que necesita su cuerpo ni en qué cantidad. Esto es clave.

Foto: Modelos presentan creaciones en la Buenos Aires Fashion Week. (EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

P. ¿Cuáles son los principales mitos que impiden a la gente cuidarse?

R. Pensar que necesitamos hacer cinco comidas al día y comer cada 2-3 horas para no pasar hambre o reducir el metabolismo es uno de los que más daño han hecho. La realidad es que es todo lo contrario.

Pensar que el 60% de nuestra alimentación debe provenir de los carbohidratos, en muchos casos refinados como los cereales, es otro de los mitos que más daño han hecho en la salud metabólica de la población.

Y el miedo a la grasa, a engordar por comer grasa, y en específico a los productos de origen animal, como la carne roja o la mantequilla, alimentos donde se encuentra la verdadera nutrición, también ha hecho mucho daño y es una de las razones por las que las alimentaciones que las personas consideran como saludables sean tan aburridas y poco sabrosas, y nos hagan querer buscar otras cosas fuera.

Hay más mitos, y todos los importantes están tratados con detenimiento en el libro.

P. En la misma categoría metes a los aceites vegetales de semilla, ¿podrías explicarnos por qué?

R. Los aceites vegetales de semilla, como los de girasol, canola, soja, maíz, son aceites industriales refinados que aportan una grandísima cantidad de grasas omega-6, muy oxidables que no aguantan las temperaturas. Por lo tanto, utilizarlos para cocinar es veneno puro, pues se oxidan y eso hace que la grasa que estamos metiendo en nuestro cuerpo nos inflame enormemente.

Por otro lado, incluso en crudo son problemáticos, pues en nuestra alimentación ya existe un exceso de ácidos grasos omega-6 versus los omega-3. Incluir un alimento que aporta una cantidad ingente de omega-6, lo que da lugar es a que se genere un mayor desequilibrio de esos ácidos grasos en nuestro organismo, y que tengamos un entorno metabólico muy inflamatorio, causante de problemas cardiovasculares, entre otras muchas cosas.

placeholder Marcos Bodoque. (Cedida)
Marcos Bodoque. (Cedida)

P. También como enemigos incluyes a los lácteos de vaca y legumbres, aunque aclaras en el libro que “no sabías si abordar este tema”. ¿Cuáles son los riesgos para la salud de estos alimentos tan presentes en la dieta de los españoles?

R. Ambos son alimentos que nuestro organismo no digiere bien y que pueden generar problemas a nivel digestivo. Además, no nos aportan la nutrición que verdaderamente nuestro cuerpo necesita.

No creo que supongan ningún riesgo si ocupan el lugar que les pertenece, una parte marginal de nuestra alimentación. Si suponen un grueso importante, posiblemente sean problemáticos en el contexto de contaminación, sedentarismo y estrés en el que vivimos.

Si hay problemas digestivos establecidos, la mayor parte de personas notan grandes beneficios al retirarlos de la alimentación, por algo será.

P. ¿Y qué hacemos con el miedo a engordar?

R. Entender que proviene de un desconocimiento brutal del verdadero objetivo de nuestra alimentación. Cuando uno entiende que alimentarse es aportar nutrientes y energía que necesitamos para estar sanos, tener energía, buen estado de ánimo, que la nutrición es un acto que debe hacerse desde el amor propio y desde el autocuidado, el miedo a engordar desaparece.

Uno tiene miedo a engordar cuando no entiende cómo alimentarse, cuando no sabe cómo nutrirse, cuando no entiende el efecto de los alimentos en su organismo, cuando reduce la nutrición a una simple cuestión de kilocalorías o cuando comer se realiza desde el miedo.

El antídoto a todo esto es abrazar una alimentación consciente.

Foto: Ilustración: iStock.

P. ¿Cómo de importante es tener una buena relación con tu cuerpo?

R. Vital. En el libro menciono que, para sanar nuestra relación con la comida, necesitamos sanar la relación con nuestro cuerpo. Debemos dejar de maltratarlo, de tratarlo como un objeto inerte. Debemos empezar a cuidarlo, a nutrirlo de verdad, no solo con la alimentación, sino a todos los niveles.

Las personas se tiran toda la vida exigiéndole a su cuerpo un determinado aspecto físico, sin dar nada a cambio. Te verás bien físicamente cuando realmente te cuides y no te maltrates. Cuidarte nada tiene que ver con hacer dietas para bajar de peso y matarte a hacer ejercicio, pues solo hay que ver desde qué perspectiva nacen estas acciones: el odio a nuestro propio cuerpo.

Es necesario un trabajo de transformación brutal y, por ello, abordamos de lleno la parte de la mentalidad en este libro.

P. ¿Qué es esto de la alimentación consciente?

R. Alimentación consciente significa una nueva forma de entender la vida. Significa abandonar el concepto obsoleto y dañino de dieta, que ha demostrado fracasar sistemáticamente, y abrazar un nuevo estilo de vida, una relación totalmente distinta con la nutrición, con nuestro cuerpo y con el cuidado de nuestra salud.

Cuando llevas una alimentación consciente, ya no comes platos de comida, sino que te nutres; ya no ves alimentos ni calorías, sino que ves los nutrientes que necesita cada célula de tu organismo para funcionar bien y, en consecuencia, que tú estés bien y tengas energía; ya no pesas la comida, sino que escuchas a tu cuerpo y él te dice lo que necesita, pues introduces normalmente los alimentos que hacen que tu hambre y saciedad se regulen adecuadamente.

Dejas de sentir que llevas una dieta que te restringe alimentos. Ahora sabes lo que te aporta cada alimento, y eliges libremente cuáles quieres consumir en tu día a día y cuáles no, pues desde el amor propio eliges cuidarte.

La alimentación deja de suponer un estrés. Al saber lo que debes aportarle cada día a tu cuerpo, adaptas la alimentación a tus horarios y necesidades, y no al revés.

Desaparece el hambre a todas horas y la ansiedad por la comida. Al ser consciente de cómo funciona tu cuerpo y lo que necesitas aportarle en tu día a día, se lo das; sin culpa, y además sintiéndote bien porque te estás nutriendo. En ese momento ocurre la magia: al darle a tu cuerpo lo que necesita, dejas de tener hambre a todas horas.

"Alimentación consciente significa abandonar el concepto obsoleto y dañino de dieta, que ha demostrado fracasar sistemáticamente"

Te das cuenta de todos los mitos que han rodeado a la alimentación en los últimos 60 años. También te conviertes en una persona imposible de manipular con todas las corrientes de nutrición que van apareciendo, que no son otra cosa que modas. Y tampoco te dejas arrastrar por los intereses económicos de unos pocos, a los que no les mueve que tengas salud, sino que pases por caja.

Estás seguro de lo que comes, pues no hace falta que nadie te venda los beneficios de uno u otro tipo de alimentación. Has experimentado lo que te funciona y lo que te hace sentir bien y con energía.

Comienzas el camino de sanación de tu relación con la comida. Te haces consciente de las razones por las que te alimentas; de los vacíos que tienes en tu vida y que tratas de tapar con la comida; de los alimentos que distorsionan tu hambre y saciedad, y que te hacen esclavo de la comida.

También comienzas a disfrutar cuando eliges libremente comer alimentos menos saludables en días esporádicos, y desaparece la culpa, pues también eliges libremente no comerlos la mayor parte del tiempo.

Y, por último, cuando llevas una alimentación consciente, dejas de obsesionarte por cada mínimo detalle de tu alimentación. Entiendes dónde debes colocar el 20% de tus esfuerzos para obtener el 80% de los resultados. Simplificas. Aprendes a darle relevancia a lo verdaderamente importante. Dejas fuera el ruido. Aprendes a filtrar mejor la información y la gestionas de otra manera.

Las redes sociales son la puerta de entrada para mucha gente a una aparente vida sana. Especialmente los más jóvenes recurren a cuentas en las que se muestran cuerpos esculturales esculpidos en gimnasios, dietas para adelgazar y un sinfín de trucos para tener una imagen perfecta.

Salud
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