Hay un tercer colesterol poco conocido que también es 'malo'
Producido en el hígado y liberado en el torrente sanguíneo para transportar grasa a los tejidos del cuerpo, unos altos niveles del llamado VLDL pueden desencadenar graves problemas circulatorios
En su afán divulgador, los medios de comunicación han intentado resumir el complejo funcionamiento del colesterol diferenciando entre uno 'bueno' (HDL) y otro 'malo' (LDL). Haciendo un juego de palabras con la famosa película del oeste, podríamos decir que existe un tercer tipo de colesterol 'feo' del que se habla, además, mucho menos: nos referimos al así llamado colesterol VLDL, siglas que hacen referencia en inglés a lipoproteína de muy baja densidad.
Si ya teníamos bastante con preocuparnos por los niveles del colesterol de toda la vida, ¿tenemos que comenzar a controlar ahora esta otra amenaza? Lo cierto es que el VLDL es un tipo colesterol que, al igual que el malo o LDL, puede contribuir a la formación de la placa ateromatosa (una especie de película compuesta por grasa y otras células que tapiza el interior de las arterias) dificultando el flujo sanguíneo, fenómeno que puede acabar desembocando en graves enfermedades cardiovasculares.
El colesterol VLDL está formado por un 50% de trigliceridos frente al 10% que posee el colesterol de baja densidad
Debido, pues, a los riesgos que unos altos niveles de colesterol VLDL pueden entrañar para nuestra salud, desde Alimente vamos a intentar arrojar un poco de luz sobre su funcionamiento y los motivos por los que está presente en nuestro cuerpo.
Entendiendo el colesterol
A pesar de su mala reputación, el colesterol es una sustancia imprescindible que desempeña funciones indispensables para la vida. De entre sus cometidos, el colesterol es un elemento esencial, específico y estructural de las membranas celulares, pero hay más. El colesterol interviene en la reparación de células dañadas; es precursor de algunas hormonas, como las sexuales o las suprarrenales y es vital para la absorción de las grasas y de las vitaminas liposolubles como la A, la D, la E o la K.
Bueno o malo, HDL o LDL, cuando hablamos de colesterol a lo que realmente nos referimos es a lo que se conoce técnicamente como lipoproteínas, moléculas compuestas por proteínas presentes en el plasma sanguíneo que se encuentran unidas a grasas (como el propio colesterol, los triglicéridos o los fosfolípidos) en proporciones variables dependiendo de la tipología. De este modo, en las de alta densidad (HDL) la cantidad de proteínas es elevada. Cuando las grasas se hallan, sin embargo, en proporciones superiores a las proteínas tenemos el colesterol malo o de baja densidad (LDL).
Las características del VLDL
¿En qué se diferencian, entonces, el colesterol 'malo' de baja densidad y el tercer colesterol VLDL de muy baja densidad? Pamela Chávez Díaz, doctora especializada en endocrinología, señala que la clave está en la composición de cada una de estas lipoproteínas. Mientras el 50% del VLDL está formado por triglicéridos, el porcentaje se rebaja hasta el 10% en el LDL. Por contra, la molécula de LDL posee un 40% de colesterol frente a solo el 10% del VLDL.
Además de poder desencadenar los mismos problemas que el colesterol 'malo', el VLDL es causa de pancreatitis
La función, por consiguiente, que cumple el VLDL, que se produce a nivel hepático, es la de transportar triglicéridos, sustancias que intervienen en las mismas funciones del colesterol, pero que poseen, sin embargo, una composición química distinta: mientras el segundo es pura grasa, los triglicéridos están formados también por glúcidos. Por todo ello, "ciertos niveles de VLDL son imprescindibles para nuestro organismo, pero como sucede con el colesterol malo, el exceso puede ser peligroso", nos aclara la especialista.
¿En cuánto se sitúa el límite? No hay una manera simple y directa de medir el colesterol VLDL; por eso, no se lo menciona normalmente durante un análisis de colesterol rutinario. A menudo, el colesterol VLDL se calcula como un porcentaje del valor de los triglicéridos. En todo caso, el nivel de VLDL en sangre debe ser inferior a 30 mg/dl (miligramos por decilitro); superarlo puede dar pie al desarrollo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Pautas para rebajarlo
Pero además de estos riesgos que también son inherentes al colesterol 'malo', Pamela Chávez Díaz señala otro problema derivado de un alto VLDL: la pancreatitis. "Es sabido que cuando hay una alta presencia de triglicéridos, el riesgo de que aparezca esta enfermedad aumenta", nos explica.
Llegados a las cuestiones prácticas, basta entender que todo aquello que incrementa el colesterol malo tiene el mismo efecto sobre los niveles de VLDL: dietas ricas en grasas saturadas e hidratos de carbono, vida sedentaria, sobrepeso... Otros condicionantes son los factores fisiológicos como el embarazo, procesos infecciosos como la sepsis, enfermedades como la hepatitis, fallo renal, el síndrome metabólico... Por otro lado, el consumo de fármacos específicos como los corticoides, los estrógenos o los medicamentos contra el acné pueden tener repercusiones.
Para reducir el VLDL basta seguir las indicaciones generales que se suelen ofrecer a la hora de abordar la hipercolesterolemia: hacer una dieta rica en fibra, con más frutas y verduras, frutos secos y pescados azules, bajar de peso, eludir en lo posible azúcares refinados, grasas animales y alcohol, así como eliminar el tabaco.
En su afán divulgador, los medios de comunicación han intentado resumir el complejo funcionamiento del colesterol diferenciando entre uno 'bueno' (HDL) y otro 'malo' (LDL). Haciendo un juego de palabras con la famosa película del oeste, podríamos decir que existe un tercer tipo de colesterol 'feo' del que se habla, además, mucho menos: nos referimos al así llamado colesterol VLDL, siglas que hacen referencia en inglés a lipoproteína de muy baja densidad.