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Qué es la clinofilia o por qué no se quiere salir de la cama: causas, síntomas y tratamiento
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ALTERACIÓN DE LA CONDUCTA

Qué es la clinofilia o por qué no se quiere salir de la cama: causas, síntomas y tratamiento

A mucha gente le encanta estar tumbada en la cama sin nada que hacer. Sin embargo, esto puede derivar en un problema serio si se convierte en algo habitual. Descubre qué es la clinofilia

Foto: ¿Qué es la clinofilia o por qué no se quiere salir de la cama? (iStock)
¿Qué es la clinofilia o por qué no se quiere salir de la cama? (iStock)

Mucha gente es perezosa por naturaleza y no lleva bien madrugar. Levantarse de la cama supone un verdadero esfuerzo, por lo que los fines de semana aprovechan para descansar y hacerse los remolones más de la cuenta. Es algo normal. Como lo es también el no querer salir de la cama cuando estamos tristes o cansados. No necesariamente uno tiene que estar durmiendo. A veces basta con estar tumbado dejando pasar el tiempo porque la apatía o la falta de energía invade nuestro estado de ánimo.

Sin embargo, cuando esta situación no es ocasional y se convierte en una tendencia habitual o crónica, ya sea debido a trastornos psiquiátricos o mentales (como la depresión, la ansiedad, el estrés, la esquizofrenia o la bipolaridad) o un elevado malestar emocional (muerte de un ser querido, problemas de pareja o falta de objetivos vitales y autorrealización), estaríamos hablando de la clinofilia. Esta situación de estar encamado o tumbado no se debe en ningún caso a una enfermedad orgánica o biológica, puesto que el sujeto puede levantarse sin problemas de la cama.

Foto: La falta de sueño en los adolescentes. (iStock)

No se puede considerar que la clinofilia sea un trastorno, sino más bien una actitud nerviosa o manifestación conductual que sí podría estar anunciando la existencia de un problema mayor, asociado generalmente a un malestar emocional o psicológico que conlleva sufrimiento. Estar tumbado es una forma de protegerse del exterior y evitar relacionarse con el resto, lo que provoca que el problema sea resuelto, porque no se disponen de los recursos o herramientas suficientes o adecuadas para hacer frente a la situación.

Síntomas y tratamiento

Entre los síntomas está la tendencia a permanecer prácticamente inmóvil y pasivo en la cama, y suele acompañarse de apatía, tristeza, fatiga mental o física, irritabilidad, cambios de humor, la necesidad de estar solo y dificultades para ver el lado bueno de las cosas. Puede incluso aparecer en forma de llanto, o todo lo contrario, es decir, falta de sensibilidad, como un estado de anestesia emocional. También afecta al sueño, generando hipersomnia que viene acompañada de insomnio nocturno y falta de sueño reparador.

Todo ello puede rayar en la obsesión y terminar afectando tanto la vida profesional (impuntualidad, absentismo, falta de concentración) como la personal (aislamiento del entorno más cercano), debido a una baja autoestima, lo que deriva también en un fuerte sentimiento de culpa por no estar realizando una vida normal como todo el mundo.

La clinofilia no se debe a una enfermedad biológica, sino a una actitud o manifestación conductual

La clinofilia puede tratarse mediante una terapia psicológica de tipo conductual que trabaje el cambio de creencias y pensamientos, y establecer pautas y estrategias para afrontar la situación por la que se está atravesando. Poco a poco, el paciente irá recuperando la normalidad al incorporar determinadas actividades a su vida diaria y favorecer su empoderamiento, lo que reforzará que adquiera otros puntos de vista para resolver los problemas de forma válida y capaz.

Mucha gente es perezosa por naturaleza y no lleva bien madrugar. Levantarse de la cama supone un verdadero esfuerzo, por lo que los fines de semana aprovechan para descansar y hacerse los remolones más de la cuenta. Es algo normal. Como lo es también el no querer salir de la cama cuando estamos tristes o cansados. No necesariamente uno tiene que estar durmiendo. A veces basta con estar tumbado dejando pasar el tiempo porque la apatía o la falta de energía invade nuestro estado de ánimo.

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