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Alergias e intolerancias alimentarias: una puede ser mortal y la otra no
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TRASTORNOS ALIMENTARIOS

Alergias e intolerancias alimentarias: una puede ser mortal y la otra no

A pesar de las diferencias, que son muchas, todavía se confunden ambas patologías. Sin embargo, ser intolerante o alérgico a la lactosa no es, ni de lejos, la misma cosa

Foto: Las intolerancias alimentarias suelen ir acompañadas de dolor abdominal e hinchazón. (iStock)
Las intolerancias alimentarias suelen ir acompañadas de dolor abdominal e hinchazón. (iStock)

Según la AESAN, entre el 1% y el 3% de los adultos y el 4% y el 6% de los niños sufren consecuencias adversas para la salud como resultado del consumo de determinados alimentos o ingredientes alimentarios. Tales respuestas hipersensibles pueden manifestarse de varias maneras y categorizarse ampliamente como alergias o intolerancias alimentarias. Distinguir entre unas y otras es clave a la hora de tratarlas y atajarlas con acierto y eficacia.

Una implica al sistema inmune, la otra no

A menudo, muchas personas utilizan los términos intolerancia y alergia, tanto para sí mismos como para los demás, indistintamente. Sin embargo, ni sus síntomas, ni sus consecuencias, ni tampoco su origen son los mismos. Así define sucintamente ambas patologías Vicente Javier Clemente Suárez, nutricionista y profesor de Entrenamiento de la Facultad de Ciencias del Deporte y director del Grupo de Investigación en Psicofisiología Aplicada de la Universidad Europea: "Una alergia es una respuesta exagerada y negativa del sistema inmunológico del cuerpo a una sustancia comúnmente inofensiva". Y continúa: "Cuando alguien tiene una alergia, su cuerpo reconoce erróneamente una sustancia (como el polen, los ácaros del polvo o ciertos alimentos) como una amenaza y produce una respuesta inmunológica para combatirla. Esta respuesta puede incluir síntomas como erupción cutánea, picazón, estornudos, hinchazón y dificultad para respirar".

Una alergia es una respuesta inmunológica del cuerpo, mientras que la intolerancia no lo es

Por otro lado, una intolerancia "es una reacción negativa del cuerpo a una sustancia que no implica al sistema inmunológico. A menudo, las intolerancias alimentarias son causadas por una incapacidad del cuerpo para digerir ciertos alimentos o ingredientes, como la lactosa en la leche o el gluten en el trigo. Las personas con este problema pueden experimentar síntomas como hinchazón, dolor abdominal, diarrea o náuseas después de consumir la sustancia en cuestión", resume el experto.

¿Puedo ser alérgico o intolerante a la lactosa de la noche a la mañana?

Tanto las intolerancias como las alergias pueden aparecer en cualquier momento de la vida. Es más, también pueden irse por donde han venido sin que sepamos por qué. Esto ocurre "incluso en adultos que previamente no habían experimentado ningún síntoma alérgico o intolerante", asegura el experto, quien apunta que "en el caso de las alergias alimentarias, a menudo se cree que se desarrollan durante la infancia y que se superan con el tiempo. Sin embargo, esto no siempre es cierto y muchas personas -puntualiza- pueden desarrollar una alergia alimentaria en cualquier etapa de su vida".

placeholder La intolerancia a la lactosa es una de las más comunes. (iStock)
La intolerancia a la lactosa es una de las más comunes. (iStock)

Tanto las causas de las alergias como de las intolerancias no se conocen completamente, pero se cree que puede ser una combinación de factores genéticos y ambientales. En el caso de la alergia, se cree que "ciertos aspectos, como una dieta poco saludable, el estrés, la exposición a toxinas ambientales y otros problemas de salud pueden aumentar el riesgo de desarrollarla".

Por lo que respecta a las intolerancias, "también pueden estar relacionadas con problemas de salud subyacentes, como enfermedades autoinmunitarias, problemas digestivos crónicos y otros problemas de salud", apostilla.

Con suerte, a veces, desaparecen

No siempre, pero en algunos casos, tanto las alergias como las intolerancias se esfuman sin más. En el caso de las primeras, "algunos estudios han sugerido que hasta el 20% de los niños pueden superar sus alergias alimentarias durante la adolescencia o la edad adulta. Sin embargo, esto varía según el tipo de alergia alimentaria y la persona afectada. Algunas, como la alergia al maní, son más propensas a persistir en la edad adulta", aclara el nutricionista.

Si nos preguntamos por qué ocurre esto, de nuevo entramos en una zona algo difusa. Así lo explica el experto: "Las causas de la desaparición de una alergia alimentaria no se conocen completamente, pero se cree que puede ser una combinación de factores genéticos y ambientales". Y añade: "La exposición repetida a pequeñas cantidades de alérgenos puede ayudar al cuerpo a desarrollar una mayor tolerancia a la sustancia, lo que puede llevar a una reducción de los síntomas alérgicos con el tiempo".

Foto: Foto: Unsplash/@corleto.

Por otro lado, la desaparición de las intolerancias "también es posible, especialmente si se debe a una deficiencia enzimática temporal que se puede corregir con el tiempo. Por ejemplo, en el caso de la intolerancia a la lactosa, la capacidad del cuerpo para producir lactasa puede disminuir con la edad, lo que puede llevar a una intolerancia temporal a los productos lácteos. En otros casos, una intolerancia alimentaria puede desaparecer después de que se trata una enfermedad subyacente que puede estar contribuyendo a los síntomas".

¿Cómo descartar con seguridad una u otra?

La mejor manera de estar seguros de que se tiene una alergia o intolerancia alimentaria es a través de una evaluación médica realizada por un especialista en alergias e intolerancias alimentarias. "Estos profesionales pueden realizar pruebas diagnósticas específicas para determinar una y otra y qué alimentos o sustancias están implicados", asevera Clemente.

Las pruebas diagnósticas más comunes para detectar alergias alimentarias son las cutáneas y las de análisis de sangre. Las primeras implican la aplicación de pequeñas cantidades de extractos de alimentos en la piel, seguida de la observación de cualquier reacción. Los análisis de sangre, como la prueba de inmunoglobulina E (IgE), pueden medir los niveles de anticuerpos en la sangre en respuesta a un alérgeno específico.

Una intolerancia puede desaparecer si se trata la enfermedad subyacente que provoca los síntomas

Para detectar una intolerancia alimentaria, los especialistas en alergias e intolerancias alimentarias pueden realizar una prueba de provocación oral, que implica la reintroducción gradual del alimento o sustancia implicada bajo supervisión médica.

Si te fijas, los síntomas te darán la clave

Aunque las señales pueden variar en cada persona y también en función del tipo de alergia o intolerancia, el experto enumera las más comunes de una y otra. En primer lugar, estas son las más habituales de una alergia, siendo el síntoma más grave y potencialmente mortal la anafilaxis, "que puede incluir síntomas como dificultad para respirar, hinchazón de la garganta o la lengua, presión arterial baja y pérdida del conocimiento". A saber:

  • Picazón en la piel, erupciones cutáneas o urticaria.
  • Congestión nasal, secreción nasal o estornudos.
  • Tos, opresión en el pecho o dificultad para respirar.
  • Hinchazón de la cara, los labios, la lengua o la garganta.
  • Náuseas, dolor abdominal, vómitos o diarrea.
  • Mareo, desmayo o pérdida del conocimiento.
placeholder Picazón en la piel, erupciones cutáneas o urticaria son síntomas de la alergia alimentaria. (iStock)
Picazón en la piel, erupciones cutáneas o urticaria son síntomas de la alergia alimentaria. (iStock)

En cuanto a las intolerancias, las señales más frecuentes son:

  • Dolor abdominal, calambres, hinchazón o distensión abdominal.
  • Náuseas, vómitos o diarrea.
  • Acidez estomacal o reflujo gastroesofágico.
  • Dolor de cabeza o migraña.
  • Fatiga, debilidad o falta de energía.
  • Síntomas similares a la gripe, como fiebre o dolor muscular.
  • Erupciones cutáneas, picazón o urticaria.
  • Problemas respiratorios, como sibilancias o dificultad para respirar.

Cuando ocurre lo peor, mejor estar preparado

Tal y como apuntaba el nutricionista, el shock anafiláctico puede ser potencialmente mortal, si no se trata de inmediato. De modo que si se tiene la sospecha de que se está sufriendo uno, "es importante buscar atención médica de inmediato y llamar al servicio de emergencias local o acudir al hospital más cercano", aconseja el experto.

Ahora bien, antes de la llegada de la atención médica, se pueden tomar algunas medidas para ayudar a la persona afectada, como:

  • Si es posible, retirar el alérgeno que desencadenó la reacción.
  • Mantener a la persona en una posición cómoda, sentada o acostada con las piernas elevadas.
  • Si la persona tiene un autoinyector de epinefrina (como EpiPen), usarlo según las instrucciones.
  • Monitorear la respiración y el pulso de la persona.

¿Reducir o eliminar totalmente?

Ahí reside la diferencia. El tratamiento vinculado en un caso o en otro se basará en evitar al 100% el alimento o en limitar su ingesta. "En el caso de las alergias alimentarias, hay que evitar el alimento que causa la reacción alérgica siguiendo un criterio estricto. Las personas afectadas deben leer las etiquetas de los alimentos cuidadosamente y evitar los que contengan el alérgeno que desencadena su reacción", advierte el experto, quien considera que "también pueden necesitar llevar consigo un autoinyector de epinefrina en caso de una reacción alérgica grave. Además, en algunos casos -continúa-, los profesionales de la salud pueden recomendar una dieta de eliminación, en la cual se suprimen temporalmente ciertos alimentos de la dieta para ver si los síntomas mejoran. Si se determina que se tiene una alergia alimentaria, el paciente debe seguir una dieta libre de alérgenos y trabajar con un profesional de la salud para garantizar una nutrición adecuada".

Foto: Foto: Unsplash/@tomhermans.

En el caso de las intolerancias alimentarias, el tratamiento principal es reducir la ingesta de los alimentos que causan la intolerancia. A diferencia de las alergias, las intolerancias no implican una respuesta inmunológica del cuerpo, "por lo que generalmente no requieren el uso de epinefrina u otros tratamientos de emergencia", apunta Clemente. Y agrega: "Las personas con intolerancias alimentarias pueden trabajar con un profesional de la salud para identificar los alimentos que desencadenan sus síntomas y desarrollar un plan de dieta adecuado. También pueden tomar enzimas digestivas o suplementos que pueden ayudar a descomponer los alimentos que causan la intolerancia".

Según la AESAN, entre el 1% y el 3% de los adultos y el 4% y el 6% de los niños sufren consecuencias adversas para la salud como resultado del consumo de determinados alimentos o ingredientes alimentarios. Tales respuestas hipersensibles pueden manifestarse de varias maneras y categorizarse ampliamente como alergias o intolerancias alimentarias. Distinguir entre unas y otras es clave a la hora de tratarlas y atajarlas con acierto y eficacia.

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