¿Por qué las fresas son ahora el doble de grandes que hace una década?
A lo mejor no lo habías notado, pero estas frutas (y otros alimentos parecidos como los arándanos o las moras) han aumentado mucho su tamaño en los últimos años. Este es el motivo
Las fresas han aumentado significativamente de tamaño. Este cambio no es producto de tu imaginación, sino más bien una realidad extrapolable a muchas de nuestras frutas favoritas como las frambuesas y los arándanos. Entre ellas, las fresas han experimentado un notable aumento del 60% en su peso medio en tan solo 12 años, según los datos del Grupo S&A, el principal proveedor independiente de fresas de Reino Unido.
¿Por qué son más grandes?
La ciencia detrás del crecimiento de las fresas tiene sus raíces en el campo de la agronomía, que implica el estudio de las plantas y el suelo, con el objetivo de mejorar el crecimiento y la calidad de los cultivos. Y es que las fresas y otras frutas son más del doble de grandes que hace una década debido a los esfuerzos dedicados de los ingenieros agrónomos y agricultores que han estado cultivando variedades más deseables para el consumidor. Y el hecho de que aumenten su tamaño también las hace más apetitosas para el público, por lo que también se venden más.
Los agrónomos han estado trabajando incansablemente para crear variedades de fresas que no solo sean más grandes, sino también más resistentes a plagas y enfermedades, puedan cosecharse antes y resistan el transporte a largas distancias. El desafío para los agrónomos en el futuro es lograr un equilibrio entre tamaño, apariencia y sabor.
En 2011, el peso medio de una fresa se situaba en 13,6 gramos. En 2023, el peso promedio de una fresa ha ascendido hasta los 21,5 gramos. Aparte de ser más grandes en cuanto a su peso, también es evidente el cambio en el diámetro de la fruta, ya que las fresas han evolucionado de un rango de 23 mm a 25 mm en 2011 a la sorprendente cifra de 27 mm a 41 mm en 2023.
Más grande no significa mejor
Si bien estas bayas más grandes pueden ser más agradables desde el punto de vista estético, cierto es, muchos argumentan que más grande no siempre significa mejor. ¿Saben menos las fresas? Esta suele ser la opinión mayoritaria de los últimos tiempos. Son más agradables a la vista pero menos sabrosas una vez que nos decidimos comerlas.
Y es que el sabor de las fresas está determinado por una mezcla compleja de azúcares, ácidos y compuestos volátiles. El equilibrio entre estos componentes es lo que les da a las fresas su característico sabor. Sin embargo, el proceso de selección para determinar factores como el tamaño puede hacer que el equilibrio se rompa y consigamos unas fresas de aspecto impresionante con un sabor anodino.
El hecho de que el mercado esté apostando por frutas más grandes, según el grupo S&A, está influenciado en gran medida por las preferencias de los consumidores, aunque no es algo que se dé por igual en todos los países del continente europeo.
Eso sí, existe una creciente demanda por parte de los consumidores de fresas (y de cualquier otro producto procedente de tierras de cultivo) con relación a que los alimentos naturales sepan tan bien como parecen (cuántas veces no habrás oído eso de "los tomates ya no saben como antes"). Por ello, algunos obtentores, los que se encargan de mejorar genéticamente las variedades vegetales, buscan actualmente hacer mejor el perfil de sabor de las variedades de fresas más grandes, sin sacrificar sus otros rasgos deseables como su dulce y a la vez ácido sabor.
"El desafío para los agrónomos en el futuro es lograr un equilibrio entre tamaño, apariencia y sabor"
Beneficios de las fresas
Las fresas poseen un amplio abanico de beneficios para la salud. Entre ellos podemos destacar que son:
- Ricas en antioxidantes: que pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo y reducir el daño a las células causado por los radicales libres.
- Buenas para el corazón: al disminuir el colesterol LDL, la presión arterial y mejorar la función de los vasos sanguíneos.
- Potentes efectos antiinflamatorios: rebajando el riesgo de enfermedades crónicas.
- Ricas en fibra: que ayuda en la digestión, contribuye a mantener niveles saludables de azúcar en la sangre y puede promover una sensación de saciedad.
- Ricas en vitamina C: que es necesaria para la producción de colágeno y ayuda a estimular el sistema inmunológico.
- Buenas para la piel: los antioxidantes pueden colaborar a la hora de combatir el envejecimiento de la piel, reducir las arrugas y contrarrestar el daño de los dañinos rayos ultravioleta.
- Estupendas para el control de peso: son bajas en calorías y ricas en fibra, de ahí que puedan ser una excelente adición a una dieta para adelgazar.
- Buenas para tu cerebro: pueden ayudar a retrasar el deterioro mental, mejorar la memoria y las funciones cognitivas debido a sus propiedades antioxidantes.
- Buenas para tus huesos: al ser ricas en vitamina K, apoyan la salud ósea de nuestro organismo.
Las fresas han aumentado significativamente de tamaño. Este cambio no es producto de tu imaginación, sino más bien una realidad extrapolable a muchas de nuestras frutas favoritas como las frambuesas y los arándanos. Entre ellas, las fresas han experimentado un notable aumento del 60% en su peso medio en tan solo 12 años, según los datos del Grupo S&A, el principal proveedor independiente de fresas de Reino Unido.